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SEAMOS PARTE DE UN MILAGRO



Hasta los más ricos sufren hambre porque les falta la comida. Pero a la gente que busca ayuda en el SEÑOR nada le hará falta. 
Salmos 34:10 PDT

Joshua era un muchacho que todas las tardes salía de su casa para ir a jugar con sus amigos, su madre era abnegada y no iba a permitir que su hijo saliera sin su refacción, ese día pensó en darle una sorpresa, por lo que de un grito llama a Joshua a la cocina, para entregarle en una bolsa su refacción, Joshua le agradece con un beso y se despide apresuradamente, corre porque ya le había agarrado la tarde y el juego estaba a punto de iniciar, Joshua con esa energía que caracteriza a los muchachos sale a toda prisa, corre en medio del mercado que queda en la esquina de su casa, pero cuando ha avanzado unos dos kilómetros, ve a una multitud, se preguntó ¿que estarán regalando? y como la haríamos cualquiera de nosotros, se sumó a la multitud para averiguar, qué está pasando, tal vez una pelea, un accidente o se están llevando preso a alguien, el motivo era lo de menos, es que lo agradable es enterarse de la noticia y estar informado, pero para asombro de Joshua, eran demasiadas personas por lo que comienza a escabullirse entre la multitud, es una de las ventajas de ser un muchacho, el necesitaba saber que esta sucediendo, pero no logro avanzar, mas que un par de familias, entonces comienza a preguntar que esta sucediendo, todos al unisonó le piden que se calle, que haga silencio, porque no deja oír, de pronto queda como hipnotizado por una voz y rápidamente limpia un pedacito de espacio, para acomodarse, Joshua alcanza a oír a ese hombre como 10 minutos, le parecen insuficientes, quiere oír más, los que estaban parados comienzan a sentarse, Joshua no puede creer que el hombre ya no siga hablando, le había gustado lo que alcanzo a oír y quiere saludarlo, pero es casi imposible por lo lejos que estaba, luego comienza a escuchar que las personas están buscando algo, no entiende ya que al ser solo un muchacho, los adultos no le ponen importancia, entonces como no sabía, si aquel hombre iba a seguir hablando, saco su refacción dispuesto a comer, cuando de pronto un grito lo dejo frío, muchacho ven, ¿me das tu comida?, pregunta Andrés, era uno de los que estaban cerca de aquel hombre, el muchacho emocionado accede a cambio de acompañarlo, Joshua tenía muchas interrogantes y rápidamente le pregunta como se llama el que estaba hablando, Andrés se voltea y le dice Jesús, el muchacho siguió preguntando pero Andrés tenia prisa, llegan ante Jesús y le dice solo tenemos estos 5 panes de cebada y dos pescados, el muchacho da por perdida su comida, Jesús voltea y le sonríe a Joshua en señal de complicidad, ora y aquel muchacho solo alcanza a cerrar los ojos, y allí mismo sucede un milagro, Joshua queda paralizado al ver lo que esta sucediendo, esa refacción alcanzo para alimentar a cinco mil hombres, imagina la cara la ingenuidad que en este preciso momento tendría Joshua, el quiere salir corriendo a contarle a su mamá, a sus amigos, a sus vecinos, a todo el que se le cruce en el camino, es que ha sido parte de un milagro, no solo tuvo la dicha de escuchar una parte del sermón de Jesús, sino que fue parte de un milagro, de cinco panes y dos peces, se había alimentado a tantos hombre y justo enfrente tenía 12 cestas llenas, simplemente esta extasiado, no lo puede creer, ¿cómo Jesús de lo poco pudo hacer mucho?, a veces en nuestra mochila solo cargamos lo del día o la semana o talvez el mes, pero no más, de pronto en nuestra casa hay una tremenda necesidad, que hace que todos nuestros recursos sean mermados, una enfermedad, algún accidente, un contratiempo y eso hace que las cuentas se desajusten y nos sentimos tan cargados y a veces desmotivados, porque lo poco que podíamos tener, no va a alcanzar para mucho, tranquilo si este muchacho pudo ser parte de un milagro de multiplicación, porque tu no, porque tu familia no puede hacerlo, si Jesús alimento a cinco mil personas, crees que Jesús será tan despiadado para no velar por tu familia, te aseguro que tú tienes muchas anécdotas y testimonios de la provisión de Dios en tu vida, cuando pensaste que ya no había solución, Dios actuó, cuando alguien te quito algo, Dios siempre respondió y re dio mucho más, sabes nosotros debemos de ser como ese muchacho que dio lo poco que tenía, porque en las manos de Jesús lo que a nosotros nos parece poco, Él lo hace mucho y más que suficiente, al final los discípulos recogieron 12 cestas, cuando tu confías en Dios, te aseguro las cuentas no te cuadraran, no importa que tan experto eres en contabilidad, todo tu conocimiento no sirve de nada, porque las cuentas nunca cuadraran, Dios siempre interviene para enviar la provisión que necesitamos, ten Fe talvez hoy seas parte de un milagro, solo aprende a descansar en Él, recuerda ese niño antes de ser parte del milagro, escucho a Jesús predicar, antes del milagro, lee su palabra, aliméntate de su palabra y deja que tu Fe crezca, porque entonces podrás ser parte de un milagro de multiplicación. No dejes que el desanimo y las cargas apaguen tu Fe, Dios solo esta esperando que lo poco que tengas lo pongas en su mano, para que el obre según su palabra en ti y en tu entorno.