Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1 Juan 2:1 RVR1960
Hoy en día tal parece que le tenemos demasiado miedo a fracasar, pareciera que nuestra vida debe de ir como lo dice la religiosidad “de victoria en victoria” y hemos idealizado tanto esta idea o frase, que hacemos parecer el evangelio como algo imposible, yo mismo nací en un hogar cristiano, fui presentado, bautizado en la iglesia cristiana, evangelizaba, hacia de todo, parecía cumplir con ese pensamiento iba de “victoria en victoria” pero pronto descubrí que había fracasado en llevar el evangelio a mi interior, tenia la capacidad para evangelizar a la persona que se me pusiera enfrente, pero nunca tuve el tiempo para evangelizarme y por supuesto termine fracasando, y es que se me enseñó que todo era mas fácil cuando uno sigue a Cristo, lo cual aunque sea fuerte decirlo no es así, hasta pareciera que todo se vuelve mas difícil, pero lo tuve que aprender por las malas, nadie en la escuela dominical me dijo sobre las tentaciones, nadie me hablo sobre la lucha entre el Espíritu y la carne, nadie me dijo que afuera de la iglesia, existía oposición hacia la misma, nadie me enseño que el fracaso era una opción, yo pertenecía a una iglesia, en la que si fallabas estabas fuera, es mas siempre nos estaban enseñando que si nos portábamos mal, nos íbamos a quedar en el rapto y eso implicaba que nuestros padres se iban con Dios y nosotros nos quedaríamos solos, yo vivía con miedo, hasta que cometí un error, eso me garantizo estar fuera de la iglesia y fracasar como cristiano, claro ese fracaso me llevo 12 años enmendarlo, por eso hoy quiero decirte que el fracaso es parte del proceso, que fracasar no te aparta de la gracia y misericordia de Dios, que dentro de la iglesia nadie es perfecto, todos pecamos, de una u otra manera, no creas en los cristianos a los que solo es falta el brillo para volverse santos, todos cometemos errores, todos en algún momento tomamos una decisión, mas del lado de la carne que del Espíritu, pero la diferencia es como reponernos del fracaso y es allí donde el arrepentimiento cobra una gran importancia, no digo que no luches por ser un cristiano que se esfuerza día con día a no pecar, hazlo eso debe de ser nuestro anhelo, pero si fallas, no te agobies pensando que no tienes perdón, pensando en que te vas a ir al infierno, mejor tomate unos minutos y ora arrepentido, pidiéndole perdón a Dios por lo que acaba de suceder, claro jamas ores tratando de justificarte, como lo hacen los religiosos, todo lo contrario con la sinceridad que debe de caracterizar a una persona que busca el perdón de Dios, no te preocupes Dios te ayudara en tu proceso de restauración, aunque si he de advertirte algo, la consecuencia si existe, no pienses que pecar y orar arrepentido, resolverá las consecuencias que se pudieron originar por tu pecado, eso no es así, por ejemplo si golpeas a alguien y te detiene la policia, por escándalo en la vía publica, Dios va a perdonar la ofensa a tu prójimo, pero serás tu quien tendrá que librar el proceso en el juzgado, para saber si te multan o te encarcelan, no se si me explico, el fracaso de un cristiano es parte del proceso, el caer en pecado puede ser parte del proceso para llegar a cumplir tu propósito, pero la consecuencia del mismo es algo que obtenemos por haber fracasado, no te equivoques por favor, no todo será perfecto en tu vida cristiana, pero de lo único que si puedes tener garantía, es que no importa que tanto fracases, si vienes con un corazón arrepentido Dios por medio de su gracia y misericordia te restaurara y te volverá a levantar.
Reflexionemos ¿hemos estado fracasando? ¿te has dado por vencido? ¿pensabas que el evangelio era una vida sin problemas?, nuestra oración debe de ir enfocada en siempre estar a cuentas con Dios, ser sinceros si fracasamos y pedir con un corazón sincero y humillado el perdón de nuestros pecados, para que Dios obre en nuestras vidas todos los días y nos levante de nuestros fracasos siempre.