Y José tuvo un sueño y cuando lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más.
Génesis 37:5 LBLA
¿Alguna vez te has encontrado en la sala de espera de un hospital?, en mi vida he estado en ese lugar varias veces y para serte franco muchas más de las que hubiera deseado, es un ambiente de nervios, ansiedad, angustia, a veces de dolor y sufrimiento, regularmente siempre hay personas que están esperando resultados de las operaciones de sus familiares, recuerdo una vez que estando en la espera del hospital general, en específico en el área de pediatría, una familia daba gritos, porque el doctor les acababa de informar sobre la muerte de su hijo, puede imaginar por un momento como fue estar allí las siguientes dos horas, a nadie, te lo aseguro le gusta estar en la sala de espera, todos queremos buenas noticias y cuanto antes sean mejor, no deseamos pasar mucho tiempo, hace unos 14 años me tenían que operar de la retina de mi ojo izquierdo, costo mucho que mi mamá, juntara el valor para que me operaran, ya que dependiendo del resultado yo iba a volver a ver o me quedaría ciego definitivamente de ese ojo, le informaron a mi mamá que la operación de ese tipo duraban un máximo de dos horas, en mi operación se tardaron aproximadamente siete horas, cuando mi mamá me vio salir, lloraba estaba hecha como decimos en Guatemala un manojo de nervios, paso siete horas esperando el resultado, el cual por supuesto no iba a saberse hasta 15 días después, la ansiedad, la angustia y muchos sentimientos se hicieron presentes, no había sido solo la espera de siete horas, sino desde el transcurso del accidente a la sanidad de mi ojo pasaron 6 meses, hoy cuando me desperté imaginaba la sala de espera, un lugar con paredes blancas, bancas de algún color y doctores pasando de un lado a otro, sin detenerse un solo momento para decirnos como va el proceso, los cristianos debemos de ser expertos en la sala de espera, pasa un tiempo y a veces años para ver el resultado de una palabra que Dios envió a nuestra vida, mira la vida de José desde que lo vendieron sus hermanos, hasta que lo vuelven a ver en Egipto pasaron 22 años, trece años de esclavitud, siete años de abundancia y dos de hambruna, cuantos años espero José para ver cumplido el sueño que Dios le había dado, paso 22 años en esa sala de espera de la que te hablo, nosotros muchas veces nos frustramos porque han pasado algunos meses, o algunos años y dejamos de creer en lo que Dios nos dijo, Dios da una promesa, para convertirnos en parte de esa sala de espera, como te indicaba unas líneas atrás, en ese lugar hay muchas sensaciones y sentimientos, pero de nosotros depende cuales dejamos que nos dominen o si tenemos la capacidad de saber, que un día entrara Dios a esa sala y te dirá, listo hemos terminado de trabajar en tu promesa, la Fe no es para tenerla un instante o un tiempo, es para hacerla parte de nosotros toda la vida, en cada momento y lugar en el que nos encontremos, así hoy nos haya tocado ver el cumplimiento de una promesa o bien estar en la sala de espera, la fe debe ser la misma y si va a cambiar es para tener aun más Fe, si tu lees la biblia Dios siempre honro su palabra, no es alguien que mienta, pero también si eres estudioso de la misma, te darás cuenta que las promesas no son instantáneas, no es un paquete que puedes meter a un microondas y a los dos minutos esta listo, no es así, las promesas que Dios dio a Abraham, Moisés, Noé, José, los profetas, al pueblo de Israel, siempre tardaron años, pero Dios lo hizo, así que si tu has estado mucho tiempo en esa sala de espera, deseando recibir la noticia de tus promesas, ten FE, espera confían en Dios, porque no te va a fallar, solo mantente FIEL, si lo vuelvo a escribir mantente FIEL, porque en la FIDELIDAD, FE y ESPERA , se encuentra el secreto del cumplimiento de la palabra que Dios en algún momento te dio.