Moisés nos ordenó en su ley que matemos a pedradas a la mujer que haga esto ¿Tú qué dices?
Juan 8:5 PDT
Los fariseos y maestros de la ley, traían a empujones a una mujer en lo caluroso de la tarde, esa mujer solo venia escuchando insultos, estaba siendo paseada frente a todo el pueblo y los curiosos que nunca faltan, se preguntaba uno a otro que hizo, claro uno de los que la llevaban se volteaba con ira para contarles a viva voz a todos, la encontramos en adulterio y la vamos a castigar según la ley, vamos a lapidarla por si quieren ver el espectáculo a un par de cuadras lo haremos, solo se la llevaremos a Jesús, para ver que tiene que decir al respecto, siguieron el camino de la vergüenza para esa mujer, que en un acto injustificable había cometido un pecado visible y para su suerte había sido vista por alguno chismoso de su vecindad, cuando por fin llegan a donde se encontraba Jesús, ellos actúan de una manera para que la gente que durante ese recorrido los había seguido, supieran quien iba a dictar la sentencia y llaman a Jesús “Maestro”, esos fariseos y maestros de la ley era expertos en adular y aparentar lo que no eran enfrente de la gente, para seguidamente darle los antecedentes de lo que había sucedido, “esta mujer fue sorprendida cometiendo adulterio” según la ley, tal como si ellos no quisieran hacerlo, necesitaban justificar el asesinato que estaban a punto de cometer, ya a esta mujer la habían asesinado socialmente, pero ahora se trataba de buscar la justificación para asesinarla físicamente, pues según la ley de Moisés debemos de matarla a pedradas, es interesante como esos maestros de la ley y fariseos usaban la ley para justificar sus actos y no para enseñar, utilizaba esa misma ley para señalar a otros y no analizarse ellos, tremenda historia que nos enseña la biblia, yo no se cuantas veces me he puesto en el lugar de la mujer y también en la de los fariseos, aunque me identifico mas con la mujer, eso no quiere decir que algunas veces no me he encontrado del lado de los fariseos, aceptémoslo todos en algún momento hemos sido fariseos, según nuestros propios intereses, pero en realidad no se trataba de bandos, sino de una mujer a la que se le había humillado públicamente, esta historia siempre me llena de preguntas tales como ¿Y el hombre con que la encontraron? ¿Por qué no lo llevaban? ¿acaso era uno de ellos, un fariseo o maestro de la ley? ¿era alguien que tenia un título? ¿Quién los sorprendió?, hay actores que faltan en este relato, era muy injusto llevar solo a la mujer, el hombre también había pecado, quien les llevo el chisme también estaba pecando, ¿por qué solo a la mujer? Tal vez lo que verdaderamente quiere enseñarnos la biblia es que apedreamos a la persona que nos cae mal, pero al que nos cae bien lo escondemos de “nuestra justicia”, creo que en estos casos se debe ser imparcial, pero la mayoría actuamos parcialmente, siempre buscamos a un pecador y otro que cayo por la influencia del pecador, mentiras somos parciales y no debemos serlo, si vamos a aplicar una medida para uno, tiene que se la misma para todos, pero sigamos a esta mujer, imagínala frente a Jesús, escuchando las acusaciones, no podía entender como toda una sociedad, no esta dispuesta a darle otra oportunidad, ella sabia que la mayoría que la acusaba, también había estado en alguna clase de pecado, el que no paga sus deudas, el que agarra el dinero de la ofrenda, la señora que le cobro de mas al vecino, el niño que no devolvió el vuelto del mandado, el joven que copio en el examen, la mujer que se viste provocativamente para tener siempre muchos pretendientes, el carpintero que compra la madera mas barata y vende los mueble mas caros, uff ella sabia mucho de ellos y que decir de esos fariseos que hoy la acusan, no podía entender la falta de piedad, entonces Jesús hace una declaración después de escribir algo en el piso “QUIEN NUNCA HAYA PECADO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA”, no necesito la ley, sino la gracia, les mostró a todos, que no debían de ser jueces de otros, porque ellos también pecaban, nadie absolutamente nadie comenzó la lluvia de piedras y a la “única pecadora”, le dijo lo que a nosotros nos dice todos los días, tampoco yo te condeno, vete y de ahora en adelante no peques más, creo que es la frase que mas he escuchado de Jesús para mí, durante mi vida, sabes hoy tu tienes el poder de una piedra o de la libertad, yo siempre he preferido la libertad, aunque a veces con muchas personas he querido no tirar una sola piedra sino miles, siempre me recuerdo que no soy juez de nadie, no importa el puesto que tenga, ya que no hay puesto dentro de una iglesia mas grande que el de Jesús y si el no te condena, porque lo he de hacer yo u otro, si pecaste hoy ponte a cuentas y esfuérzate todo lo posible por ya no hacerlo, pero por favor nunca seas el que lance la piedra, eso no vale la pena, de nada te sirve saber a la perfección la biblia si te atreves a lanzar la piedra, Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá (Mateo 7:2 LBLA)