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HACIA UN MISMO DESTINO

Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea. 
Génesis 2:18 LBLA 

Siempre me resisto a hablar del noviazgo o de las parejas sentimentales, porque los estándares actuales están demasiado equivocados, no un poco, sino tremendamente alejados de la guianza bíblica y el problema es que esos estándares se han metido con demasiada fuerza en los púlpitos y en la iglesia en general, hoy buscamos parejas por el gusto, buscamos tener a la mujer con el mejor cuerpo, a la que solamente se la pasa en el salón, la que no puede ir con un mismo vestido a las actividades sociales, la que prefiere lucir bien arreglada en publico pero la casa es un desastre, buscamos al hombre más musculoso, al que parece modelo, no importando si tiene sentimientos adecuados, buscamos al músico de la iglesia aunque solo sepa tocar un instrumentos y no sepa absolutamente nada de Dios, a un hombre que no puede encontrar trabajo no por falta de capacidad, sino por lo acomodado e irresponsable que es, buscamos hombres que le den mas importancia a sus amigos y a la fiesta que al cuido y tiempo con sus hijos, hoy buscamos hombres que ganen fortunas en su trabajo, no importando si es integro o de dónde vienen esas ganancias, son muy pocos los que se toman el tiempo de analizar hacia donde llegaran juntos, cuál será el rumbo que tomaran si deciden hacerse novios, si el propósito de ambos es compatible, si realmente es una ayuda idónea o una puerta a la perdición, el problema más grande que está afrontando la iglesia en las familias hoy en día es la separación, es el divorcio y todo porque la generación anterior ya daba indicios de esto que escribo, imagina lo que nos tocara ver en los años venideros, será una costumbre ver como unos y otros se separan por culpa de tener “estándares sociales”, antes que los principios bíblicos para escoger a la pareja, imagina que pase cuando tu esposa o esposo engorden, cuando las arrugas aparezcan, cuando un joven o señorita te digan que les gustas, imagina lo que sucederá cuando te quedes sin dinero por estar comprando comida ya que ninguno de los dos sabe cocinar, que decir cuando se queden sin trabajo, será tan sólida esa relación como para soportar la sacudida que implica un proceso, no caigas en la moda, no debe de interesarte si a la sociedad le parece guapo o guapa tu pareja, debe de interesarte que tu veas un futuro con el o ella, un futuro que te lleve al mismo destino que has estado buscando sin tu pareja, el ser alguien conforme al corazón de Dios, una pareja no es para lucirla, ni exhibirla, ni tampoco para estar juntos por obligación, es para apoyarse mutuamente, para secarse las lagrimas uno del otro, para abrazarse y orar juntos cuando las dificultades aparecen, es para enamorarse todos los días, para desafiarse siempre a ser mejores, una pareja es para ir juntos en pos de una visión, es para amarse todos los días sin olvidar ninguno de ellos, es un lugar de blindaje para los chismes, contiendas, enojos, una pareja es la base de tu familia, el ejemplo de tus futuros hijos, el padre o la madre de los que serán tu herencia en la tierra, no es para pasarla bien, no es para satisfacerte, no es para no quedarte soltero, una pareja es aquella que encuentra la bendición de Dios en todo lo que hacen juntos, sabes admiro a las personas que vivieron a principio del siglo XX, el noviazgo no era besarse, exhibirse, o tomarse de la mano, era tener una charla amena, sentirse amado y querido, sin contacto físico, teniendo a un chaperón a pocos pasos, claro los más atrevidos de la época se tomaban de la mano, pero lo admirable es que después de una relación así, podían casarse y tener un matrimonio duradero, hoy los jóvenes se casan y a los años se divorcian, todo por lo tergiversado que hemos entendido como noviazgo, se que talvez tu no te has casado y talvez no tienes pareja, no te preocupes busca adecuadamente a tu pareja, no te dejes ir por los “estándares sociales”, ve a la biblia, allí encontraras mejores consejos que este devocional, que tu anhelo siempre sea encontrar la ayuda idónea tanto como para ti como hombre, como para ti como mujer, y que por sobre todo los haga ir hacia un mismo destino.