Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.
Lucas 9:62 LBLA
Tenemos la costumbre de no concluir lo que iniciamos, no quiero generalizar, pero un alto porcentaje siempre abandona determinadas cosas en su vida sin concluirlas, un libro, el gimnasio, los estudios, un curso etc. Si me conoces sabes que me encanta leer, compraba libros electrónicos compulsivamente, los primeros que compre los leí completamente, los siguientes los dejaba a unos capítulos de terminar, luego a la mitad y llego un tiempo en que solo leía uno o dos capítulos de los libros y me compraba nuevos, hasta que un día escuche un podcast sobre cerrar ciclos, esta persona hablaba que alguien que deja libros sin terminar, es una persona propensa a no cerrar los ciclos, que para terminar cosas mayores, antes teníamos que aprender a terminar las menores como un libro, desde ese día me propuse terminar mis libros y gracias a Dios lo he logrado, ahora ya no compro tantos libros, pero compro los que estoy dispuesto a terminar, aunque este 2019 tenia de meta leer 52 libros uno por semana no la logre, pero los que leí los termine y el ultimo que aún no he terminado, tengo un par de horas para hacerlo y que este año no deje ninguno a medio concluir, es una meta personal, en este podcast que me ayudo a terminar los libros, también hablaron de cerrar ciclos espirituales, que debemos de buscar momentos adecuados y oportunos para dejar todo atrás y que lo mejor era hacerlo en una fecha importante, por eso en este ultimo devocional del 2019, quise hablar sobre cerrar el ciclo espiritual, no se como haya ido tu año, pero si se como ha ido el mío, ha sido el mejor año de mi vida, como el peor, ya que los primeros 5 meses de este año fueron un total desastre, renunciar a muchas cosas muy buenas que tenia en mi vida, dejar atrás a amigos que no lo eran y darme cuenta que mis cercanos no lo eran tanto, tuve que vivir con el chisme, la contienda, la calumnia, hasta una falsa acusación de robo tuve, pero gracias a la misericordia de Dios los siguientes 7 meses fueron los mejores, pertenecemos a una iglesia libre de contiendas, chismes, no es perfecta, pero hemos aprendido a ser familia, a preocuparnos por los demás, a con simples detalles saber que somos importantes para cada uno, la empresa por fin salió de la quiebra y en mi vida familiar nunca habíamos estado tan unidos con mi esposa e hijos como estos últimos 7 meses, por eso te digo fue el mejor y el peor, pero he puesto en mi corazón cerrar los ciclos que se abrieron o continuaron este año, he decidido, renunciar al dolor, a la contienda, a la venganza, al odio, al rencor, a la ira que pude haber tenido hacia otras personas, he decidido ser mejor hijo, esposo, padre, hermano, amigo, líder, seguidor, cierro todas las heridas que puede haber tenido este año y me veo como alguien restaurado y sanado para iniciar el 2020, por eso no importa cuantas personas se esforzaron por dañarte, por criticarte o hacerte sentir mal, te animo a que los perdones y también que olvides lo que te hicieron, se que no es fácil, pero créeme es mejor que comenzar un nuevo año con esas heridas abiertas, talvez en tu casa no caminaron las cosas como debían, pero no te preocupes se tu la diferencia este nuevo año, controla tu enojo, tu ira, no dejes que las heridas del 2019 marquen tu 2020, mejor resetea todo lo que hay en ti, se una hoja en blanco para iniciar este 2020 y sobre todo da gracias por todo lo que te sucedió este año, porque todo eso, bueno o malo, edifico la persona que hoy tu eres, talvez alguien te cerro la puerta, pero muchos se atrevieron a abrirla para ti, si haces un balance encontraras que este año ha sido un antes y un después en tu vida, por tanto cierra los ciclos y ten la expectativa que si logras cerrar todos esos ciclos, Dios abrirá nuevos este año que viene y serán toda una aventura de FE.
Toma un tiempo este día, busca un lugar en tu casa, no sé cuantos minutos u horas necesites, pero ora y dale gracias a Dios por este 2019 y en esa oración cierra los ciclos, aun por difícil que parezca perdonar, hacerlo siempre valdrá la pena.