Entonces el profeta anciano dijo: Pero yo también soy un profeta como tú. Le mintió diciendo: Un ángel del SEÑOR vino y me dijo que te llevara a mi casa y te diera algo de comer y de beber.
1 Reyes 13:18 PDT
Mi trabajo es asesorar a las empresas para que sus fuerzas de ventas se modernicen, pero no hay nada más difícil que cambiarle la mentalidad a las personas, cuando se implementa un cambio siempre hay un grupo, la gran mayoría que se opone a lo nuevo, no importando si les van agilizar los procesos, o si es mejor, ellos quieren que todo quede igual, sabotean las aplicaciones, rompen teléfonos, etc. Precisamente ayer hablaba con un cliente el cual implemento un cambio en una distribuidora e iba de camino hacia esa distribuidora ya que los vendedores se oponían al cambio, tengo mas de 20 años trabajando en ello y siempre es lo mismo, pero recuerdo perfecto a un hombre que tenia mas de 22 años trabajando para la misma empresa, el día que el gerente decidió poner teléfonos para capturar la venta, el argumento que tenia la mano muy ancha que sus dedos eran demasiado anchos para usar la herramienta así que decidió no obedecer, confiaba que sus 22 años era suficientes para que se cambiara de opinión, pero fue tal la presión del gerente para que hiciera el cambio que el vendedor de 22 años de experiencia decidió renunciar a los pocos días, dijo que a el no le gustaba el cambio y renuncio, ese día me puse en su lugar, queriendo entender porque había decidido renunciar, que le costaba hacer un cambio, que le costaba decir si a lo nuevo, en la biblia encontramos una historia muy parecida que me ha costado mucho explicar y hasta este año la comprendí, es la historia del profeta Joven y el profeta viejo, lo nuevo y lo viejo, te aseguro que el profeta viejo estaba acomodado a que Dios le hablara siempre, que estuviera todo el tiempo siendo la voz de Dios en el pueblo y creo que se confió, comenzó a perder la intimidad con Dios porque decidió vivir de la unción anterior (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia), estaba tan acostumbrado al puesto que tenia que lo iba a defender con uñas, dientes y mentiras si era necesario, pero había un joven que estaba creciendo en su comunión con Dios, que lo único que buscaba era agradar a Dios y ser usado por El, pues llego el día que Dios decidió hablarle a este profeta joven y no al profeta viejo, le dio una palabra que debía entregar, al oír el rey el mensaje ordeno su arresto, pero Dios hizo un prodigio en ese momento, dejo paralizado el brazo del rey y solo lo pudo volver a mover hasta que el profeta joven oro a Dios para que lo moviera, pero dentro de todo eso, Dios le dio una orden, no fue un hombre, un líder, fue Dios “Le ordeno que no bebiera y comiera nada allí y que no volviera por el mismo camino por donde llego”, estaba clara la orden y estaba claro de donde venia el mensaje, pero estaba el otro profeta el viejo, el que no había sido usado por Dios en ese momento, creo que se lleno de envidia y decidió seguir al profeta joven, para engañarlo, para hacerlo caer en una trampa, yo me pregunto como podemos obedecer mas a los hombres que a Dios, como podemos dudar de las promesas de Dios, porque los hombres dicen lo contrario, porque nos cuesta tanto creer que hemos sido llamados a hacer cosas nuevas sin religiosidad y todavía estar escuchado a personas que no quieren salir de lo antiguo y religioso, como puede ser que en nosotros no exista ese cambio de mentalidad, pues el profeta viejo le dice al profeta nuevo, “un ángel del Señor vino y me dijo que te llevara a mi casa y te diera algo de comer y beber”, como no lo puedo ver el profeta joven, si un ángel no es mayor que Dios, porque obedeció, creo que porque al ver al profeta con experiencia, dudo acerca de su edad y llamado, creo que por eso el único que fue castigado con la muerte fue el profeta joven, aunque a mí me parecía muy injusta esta historia, he comprendido que si Dios da una visión no importa que tan revolucionaria sea, no importa si las personas están de acuerdo o no, no importa si a los grandes líderes o profetas les gusta o no, tú lo que tienes que hacer es obedecer a Dios, mas tarde en la historia, Jesús tuvo que pasar por lo mismo, por la desaprobación de los religiosos, de los que creían tenían monopolizado a Dios, fue expulsado de la sinagoga, fue hasta crucificado, pero Él cambio el mundo, sabes porque hoy en día la religión sigue muriendo, porque los grandes siguen prostituyendo el mensaje, porque la generación llamada a levantarse en algo nuevo, se ha acobardado delante de ellos, se valiente mejor abraza lo nuevo que Dios te ha dado y desecha lo viejo que otros están viviendo.