'No se emborrachen, porque así echarán a perder su vida, mejor llénense del Espíritu Santo.’ Efesios 5:18 PDT
Uno de los principios básicos en nuestra vida cotidiana es que para llenar algo, primero debe estar vacío, tu no le sirves mas bebida a alguien que tiene su vaso lleno, tu no le ofreces mas comida a alguien que tiene su plato lleno, es más hasta le preguntas si no le gusto o que pasa que no come, por ejemplo si tu vas a una casa donde te sirven abundantemente, tratas de no ir lleno, un ejemplo clásico es la casa de la abuela, todos tuvimos a alguien así en nuestra familia, en la casa de mi mamá siempre que llegamos nos tiene comida como para 10 personas cuando nosotros a penas somos 4 y un error garrafal es no probar todo, porque se ofende, porque comienza el cuestionario sobre si comimos en otro lado, si ya no cocina tan bien, etc. pero casi nunca nos pregunta si estamos llenos, somos nosotros los que tenemos la obligación de llegar a su casa con suficiente hambre, pues lo mismo nos pasa a los cristianos, Dios tiene preparado un gran banquete preparado para nosotros, pero somos nosotros que llegamos a su presencia tan llenos de cosas y circunstancias, que no disfrutamos de ese banquete preparado, esto la aprendí en un campamento al que fui donde la presencia de Dios se palpaba y llenaba a cada persona, en una pausa que tuvimos, se acerco a mi una señorita bastante molesta, porque ella no podía disfrutar de esa presencia, pensaba que Dios no quería hacer nada en su vida, porque durante un día completo ella estuvo viendo como la presencia de Dios era tan tangible, pero en ella parecía no existir nada en ese momento, recuerdo que mi pregunta fue ¿Qué tan vacía vienes? Al parecer ella no comprendió mi pregunta y me dijo eso que tiene que ver, le digo no me refiero a la ausencia o a lo que te falta, sino a tus preocupaciones, a lo que hay en tu cabeza en este momento, que esta ocupando tu atención, tu quieres lo mismo que ves en otros, pero que estas ofreciendo tú, un vaso lleno o un vaso vacío, ella me confeso que estaba lidiando con algunos problemas entre sus padres, con una ruptura amorosa y con el estrés de no tener la certeza de las notas que iba a recibir justo a la semana siguiente de ese campamento, le dije no se trata de que borres tu mente, porque tampoco puedo decirte que todo se va a arreglar, sino de cuando estés en el servicio, dejes todo eso por un lado, como que tomes otro depósito y traslades todo eso, para que tu depósito este vacío, eso permitirá que la llenura del Espíritu Santo venga sobre tu vida, después de esa charla ella se disfrutó ese campamento, habían momentos en los que se terminaba el servicio y ella seguía en comunión con Dios, por eso la pregunta es que tan vacío te estas presentándote delante de Dios, sabes el continuamente está queriéndote llenar del Espíritu Santo, pero a causa de la llenura de todas las cosas con las que lidiamos día a día, no permitimos presentar una vida vacía para que Él la llene, en el pasaje que encabeza el devocional leemos que Pablo pone de ejemplo el embriagarse con vino, pero el equivalente hoy en día es, el saturarse con el móvil, con las redes sociales, con el internet, con los videojuegos, etc. todo eso te llena momentáneamente y por eso es esa dependencia que tienes, simplemente es parecido a las drogas, porque al no tener acceso a ello, piensas que el mundo se va a olvidar de ti, que tus amigos te van a olvidar y no te das cuenta que a quien estas olvidando no es otro que el Espíritu Santo y eso es a causa de tu llenura de tecnología y no tener la oportunidad de presentarte vacío delante de la presencia de Dios, quien realmente te renueva, te llena y te da el sustento espiritual que necesitas.
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