Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. Proverbios 26:20
No se si alguna vez, cuando estabas en el colegio o en la escuela te encontraste en medio de dos amigos que se estaban peleando, frases como “dale no te dejes”, “hace que haga silencio”, “a la te está retando”, “pégale más duro”, “te vas a dejar”, seguro jamás salieron de tu boca, pero si de los que los rodeaban, talvez todo pudo resolverse de otra manera, pero tras los “alientos” de los demás, todo llevo a la explosión que se consumaba con una pelea, no se que nos pasa a los seres humanos, que nos agradamos de ver a dos amigos pelearse, no me crees mira cuantos videos de peleas hay en el internet y son de los mas vistos o virales, me encanto hace unos dos años dos amigos estaban peleando, y los que eran sus “amigos” estaban grabando obviamente con el morbo de luego subirlo a las redes o compartirlo, en el momento que inicia la pelea, un transeúnte se mete a la pelea para separarlos, luego les da un discurso diciendo que para que pelear, que no se dan cuenta que solo sirven de burla a los que se dicen sus amigos, si ellos verdaderamente fueran sus amigos evitarían la pelea, no estarían grabándola como lo están haciendo en ese instante, al final un completo desconocido evito el pleito, recuerdo que yo presencie muchas peleas en mi vida estudiantil y para serte franco y sincero, siempre quien separaba a nuestros amigos, eran completos desconocidos quienes pasaban por allí, hoy desafortunadamente muchas cosas no han cambiado a nivel de iglesia, hoy surgen conflictos por todos, por un puesto determinado, por envidias, por que una pareja se separo y nos vemos “obligados” a tomar bando, depende de quien es mas nuestro amigo y algunas veces siendo totalmente franco, quien nos ofrece algo mejor que la contraparte, en un seminario en el que tuve el privilegio de participar alguien lanzo el siguiente dardo “de que lado tengo que estar de mis amigos o de mi líder”, era un seminario para jóvenes, por lo que todos nos quedamos expectantes sobre la respuesta, en este caso el conferencista, dio la respuesta mas acertada de todas “de ningún lado”, la iglesia no tiene lados, tiene un camino y ese es Jesús, interesante luego durante media hora nos dio una charla sobre el problema de las relaciones sociales y utilizo el proverbio que encabeza este devocional, sabes muchas veces el ponerte de lado de alguien en una discusión, es convertirte en la madera que necesita el pleito para convertirse en un gran incendio, donde los únicos heridos serán tus amigos, que increíble esa reflexión que hizo en su momento este conferencista, si tan solo comprendiéramos este principio, recuerdo como se arruino una amistad que tenía con una persona, que yo consideraba un gran amigo, siempre que lo invitaba a comer no me aceptaba la comida, por causa de las personas que estaban sentadas a la mesa conmigo, un día después de ver como se comía lo que habíamos guardado, lo encare, le dije que si tenia hambre se hubiera sentado con nosotros a comer, me contesto, no me agradan porque cada vez que entro se están riendo y siento que están hablando de mí, entonces si quieres que coma con vos, debes de dejar de comer con ellos, él quería que tomara su bando, eso solo iba a provocar más problemas, a veces el ser quien apague el fuego va a terminar quemándote, pero es algo que vale la pena hacer, una vez en un campeonato de karate, dos amigos se fueron a los golpes, al tratar de separarlos, uno de ellos me golpeo la cara con una patada, obviamente me moleste, pero era un riesgo que debía tomar con tal de que estos amigos no se hicieran daño, no se si me logro explicar, a veces tomamos lados o no evitamos la pelea de nuestros amigos por no salir heridos, pero sabes no es correcto ser observador de como dos amigos se enfrascan en una pelea, sino de que vale la amistad, sabes Jesús sufrió por nosotros al tratar de separarnos del pecado, dejando el mayor ejemplo de amor, así que es mejor no ser esa madera que aumenta el fuego de la pelea, sino tratar de desbaratar esa pelea para que nuestros amigos no se hagan daño a pesar de que en el proceso nosotros salgamos dañados, no tomes bandos, no alimentes el fuego con tus palabras, y por supuesto no te prestes a chismes.
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