Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
Filipenses 2:9-10 RVR60
Jesús, no sé qué reacción te provoca el leer o escuchar este nombre, durante estos días todo lo que hago, ya sea leyendo, escribiendo, escuchando música, todo parece ponerse de acuerdo, para que ese nombre cobre cada día más sentido, Jesús no es solo otro nombre, ES EL NOMBRE, es por quien tenemos una deuda eterna, es quien vino a morir por nosotros en la cruz, sin que nosotros hiciéramos algo bueno, aun hoy no somos lo suficientemente buenos, para justificar su sacrificio en la cruz, escuchar o leer el nombre de Jesús, debería de contraer nuestras entrañas, desatar una explosión de emociones y un corazón agradecido, pero que distantes estamos, que alejados de esas reacciones nos encontramos, se ha vuelto un nombre más, un nombre bonito nada más, un recuerdo de una cruz y pues un tema de discusión o aceptación con nuestros amigos, cuando para un cristiano debería ser el motor de su vida, yo soy padre de familia, amo a mis hijos, en serio no sabría que hacer sin ellos, pero ese amor que les tengo, se desprendió primero del nombre de Jesús, de aquel que vio a un hombre imperfecto y pecador, el peor de todos y me enseño que él me podía amar sin necesitar ninguna justificación, sin esperar nada a cambio, quien no comprende ese amor, nunca entenderá lo que es vivir para alguien más, hoy tenemos otros nombres que nos impactan mas en nuestras vidas, poder, dinero, riqueza, prosperidad, empoderamiento, logro, meta, plenitud, primero, apóstol, ministro, presidente, pastor, siervo, amigo, predicador, youtuber, líder, profeta, maestro, cuantas palabras hemos aprendido a lo largo de la historia, para sustituir el único y verdadero nombre, el que es sobre todo nombre, el nombre de Jesús, en serio buscamos antes lo nuestro que lo de él, no comprendemos que solo seriamos un conjunto de átomos viviendo una vida temporal, si él hubiera decidió no venir a morir por nosotros, gracias a el tenemos la esperanza de una vida eterna, la esperanza de volver a ver algún día a los que ya no tenemos aquí en la tierra, cuan distintos seriamos hoy si el nombre de Jesús, volviera a contraer nuestras entrañas, si una vez más pudiéramos enamorarnos del sacrificio realizado en la cruz, un vez mas apreciar toda esa sangre derramada en la cruz, por ti, por mí, por tus vecinos, por tu familia, por tus amigos, por cada persona a la cual te topas en la calle, cuando el nombre de Jesús impacta de nuevo en nuestras vidas, todo pasa a segundo lugar, volvemos a encontrar el poder de la salvación, sentimos de nuevo carga por las almas, deseamos predicar y hacerlo con excelencia, queremos ser participes de la más grande historia de amor de la humanidad, debemos de volver a exaltar su nombre y no el de los hombres, debemos de dejar de ver a los pastores o sacerdotes, apóstoles u obispos, debemos de dejar de pensar en la profundidad de la escritura, si no existe profundidad en nuestro corazón cuando escuchamos su nombre, debemos de volver a la raíz de nuestra FE, al origen de lo que creemos, que Jesús es el hijo de Dios, que aun siendo Dios, tomo forma de ciervo para venir a este mundo a morir por nosotros y que aun siendo el mejor hombre, el más justo, el que no cometió pecado, fue abofeteado, molido a golpes, tuvo que cargar su cruz y negarse a sí mismo, para terminar en un madero, en medio de dos ladrones, como si él fuera uno más de ellos y nosotros hoy nos quejamos por las injusticias que vivimos, por el dolor que nos causa la traición, por lo que otros dicen de nosotros, en serio si eres cristiano, Jesús debe de volver a cobrar sentido para ti y recordar que si vas a una iglesia no es a entretenerte, no es a juntarte con tus amigos, no es a pasarla bien o a que todos te adulen por tu servicio, si vas a la iglesia, es para recordar que Jesús es el centro y base de nuestras FE, Jesús el nombre más hermoso que existe, ninguno es comparable, es el nombre de la verdad, del amor, el nombre que es sobre todo nombre, el único que merece toda gloria, honra y honor. Cuan diferentes seriamos si Jesús significara todo eso para nosotros el día de hoy.