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Y MIS SUEÑOS



Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar. 12 Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé. 
Jeremías 29:11-12 TLA 

Recién encontré un artículo en Internet escrito para jóvenes cristianos, bajo el título “la motivación en la vida cristiana es quien provoca un Boom de crecimiento”, en serio con un título así, yo estaría leyendo ese articulo y no este devocional, creo que nos hemos acostumbrado a seguir a Dios por motivación y ya no por amor, nos encanta que nos motiven, nos fascina que alguien nos diga todos tus sueños se van a cumplir, somos seres humanos y muchas veces necesitamos esas palabras, no lo niego uno sale de esos sermones con una Fe increíble, el problema es que la fuerza de esa Fe no dura, es como cuando tomas un café o una Coca-Cola para que se te quite el sueño, pero realmente solo estas metiéndole energía a tu cuerpo para un par de horas, luego te sentirás igual o peor, porque el problema no era el sueño, sino tu falta de descanso, el problema de la motivación no es lo que dicen, sino como la aplicamos los cristianos, pensamos que necesitamos esa dosis de motivación, cuando en realidad necesitamos un golpe de realismo, mira este ejemplo el cual hace muchos años tuve con un amigo, un día recibo una llamada, era mi amigo al otro lado de la línea llorando, completamente frustrado, le dije que de esa manera no podíamos hablar, quedamos en reunirnos dos horas antes en la iglesia, cuando nos vimos, comenzó a decirme lo frustrado que se sentía, porque Dios no escuchaba su oración, le pregunte si me podía contar que era lo que le pedía a Dios, me dijo que un carro, el necesitaba la motivación del carro para continuar, nada me costaba que la charla fuera en función de “Dios te va a dar el carro”, “Dios va a escuchar tu oración”, pero contrario a todo lo que mi amigo esperaba le pregunte ¿Puedes manejar? a lo que levanto la mirada y me dijo claramente NO, sin esperar la explicación le pregunte ¿Cómo están financieramente en tu casa?, el me confirmo que a veces solo tenían para comer dos veces al día, le dije allí tienes la respuesta, a lo que acote, no es mejor que tu familia tenga para comer, no seria interesante que aprendieras a manejar, para luego poder tener el carro y no al revés, yo pensé que este amigo mío, me iba a protestar, obviamente no lo hizo, solamente se levanto y no supe de él durante un mes mas o menos, la próxima vez que nos vimos solo me dijo tenias razón, sabes a veces somos como mi amigo, tenemos sueños buenos, pero disparatados, a veces pedimos cosas que no necesitamos o fuera de tiempo, muchas veces son castillos en el aire los que formamos y por supuesto con el viento se desmoronan, ese es el verdadero problema, vivimos tan alineados a lo que otros tienen, que pensamos que esos son nuestros sueños, cuando en realidad deberíamos de vivir alineados al Espíritu Santo para que sea Él quien ponga en nosotros el sueño que Dios tiene para nuestra vida, por eso 1 Corintios 2:10 dice que “el Espíritu escudriña todo, aun las profundidades de Dios”, nuestros sueños van a cumplirse, pero no los que tú piensas, sino los que están alineados al propósito de Dios en la vida, sabes lo que a mi me costo comprenderlo, no te preocupes yo también me he sentido frustrado, dolido y molesto con Dios, porque siempre decimos ¡Y mis sueños Señor!, pero creo que al fin lo comprendí, seguir al Dios no es buscar lo mío, sino renunciar a lo que pienso que es mío, para dejar que el me sorprenda con lo que es suyo, puede que dentro del propósito mis planes no sean alineados a los de Dios, pero los de El siempre son mejores. 

Reflexionemos, cuanto tiempo invertimos soñando con lo nuestro y hemos dejado de soñar con lo de Dios, realmente nuestra fe es fuerte o solo motivacional, que tu oración hoy sea que tus sueños sean los de Dios para tu vida.

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