El que trabaja la tierra tendrá abundante comida; el que sueña despierto solo abundará en pobreza.
Proverbios 28:19 PDT
Tengo un enorme problema con este tema, desde pequeño mi mamá me enseño que debía trabajar, no solo hacerlo por un salario, sino porque el trabajo dignifica, a los 7 años deje de disfrutar de vacaciones, solo salía del colegio y a la semana ya me había conseguido un trabajo, el problema es que mi mamá era malísima para negociar, le decía a las personas aunque no le pague lo importante es que trabaje, entonces en mis dos primeros trabajos no me pagaron y si me dieron algo no fue mas allá de Q 5.00 recuerdo que uno de esos sueldos, me los dieron antes de navidad y yo en lugar de ahorrarlos, fui a comprar unos chocolates con forma de santa para compartirlos con mi mamá y mi hermano, luego aprendí a hacer pupitres, a despachar en una abarrotería, a cargar camiones, a trabajar en la terminal, etc. Mi mamá garantizaba que no estuviera desocupado, siempre decía “en mente ocupada no entra el pecado”, creo que por eso tengo disciplina para trabajar, pero el choque mas grande para mi fue a los 19 años de edad, no comprendía como hombres casados y con hijos no salían a trabajar, bueno si me cuesta comprender como jóvenes solteros mayores de edad no trabajan, pero para mi era un problema en mi lógica ver como esos padres de familia se levantaban hasta las 10, 11 0 12 del medio día, como que nada pasará, hoy en día ese efecto, se ha multiplicado exponencialmente, basta con que vayas a un centro comercial entre semana a medio día y miras familias completas comiendo en algún restaurante y mi pregunta es ¿de que viven?, ¿cómo generan sus ingresos?, porque definitivamente no son empresarios, me cuesta ver como Guatemala se volvió un país de personas que viven de remesas y ya no del trabajo, me cuesta oír en las iglesias el mensaje de que Dios nos va a bendecir mientras estamos sin hacer nada, me cuesta escuchar el reclamo de los jóvenes por no conseguir un trabajo que les pague un enorme sueldo, me duele tener conversaciones con personas que acaban de ser despedidas por llegar tarde, faltar sin excusa, creo que nos hemos confundido, la palabra de Dios lo dice claramente “El que no se anima a trabajar, empobrece: el que trabaja duro, se enriquece.” Proverbios 10:4 y así te puedo mencionar muchos versos donde se nos indica que debemos trabajar, me gusta este en especifico porque te da la consecuencia de no trabajar, tarde o temprano vas a empobrecer, siempre digo y no es que lo desee, pero que pasaría con esas familias que solo viven gastando la remesa que les envían, si el día de mañana deportan a su familiar, que pasaría con el joven que duerme hasta el mediodía si mañana sus padres ya no están, nadie piensa en el mañana, nos encanta tener un “Status Quo”, y mejor si es a costa de otros y no de nuestro trabajo, a la vez omitimos que este versículo habla de trabajar duro, no solo de trabajar, sino de hacerlo con excelencia, llegar temprano, hacer mas de lo que nos piden, no mirar nuestro sueldo sino el trabajo, ser honrados, responsables y leales, eso es lo que deberíamos de aprender en las iglesias y dejar de estar viviendo de tanta palabrería y aun a los que fueron llamados a la obra, ellos debería de ser ejemplos de trabajo, estar desde la madrugada sirviendo, visitando, aconsejando, mejorando el templo, preparándose, predicando y al final del día saber que hicieron lo justo para ganarse el pago de la obra, pero no es así, hoy como lo escribí en otro devocional buscamos la ley del menor esfuerzo, mi esperanza es que tu hoy que lees este devocional, puedas aprender que debes trabajar y hacerlo con excelencia, no por ganar un sueldo, no porque no tienes de otra, sino porque el trabajar te dará la mejor bendición “El labrador que trabaja duro tiene derecho a recibir primero parte de la cosecha. 2 Timoteo 2:6”, por cierto, tampoco es que te afanes en trabajar, sino que tengas un equilibrio, que disfrutes con tu familia y como lo hablamos en casa con mi familia, que cuando te sientes en tu mesa, puedas disfrutar la bendición de Dios por el trabajo de tus manos.
Reflexionemos, ¿Cuáles son las motivaciones de tu trabajo? ¿Estas formando una carrera empresarial o solo cumples con hacer lo que te dicen? ¿haces las cosas con excelencia o solo por salir del paso? Creo que debemos de cambiar y hoy orar diciendo que seremos responsables, haremos bien nuestro trabajo y luego veremos las bendiciones de Dios por el fruto de nuestras manos.