Y se dirá: ¡Construyan, construyan, preparen el camino! ¡Quiten los obstáculos del camino de mi pueblo!
Isaías 57:14
Nuestra vida es el camino hacia el propósito de Dios, el problema es que como seres humanos deseamos llegar lo más rápido posible, no nos gusta esperar, no nos agrada si en el camino encontramos dificultades, pero debemos de comprender que al final del camino encontraremos algo completamente asombroso, recuerdo que hace mas de 10 años, me toco cumplir un sueño, conocer Estados Unidos, recuerdo como recibimos la llamada en la oficina y había una compañía que necesitaba que los visitáramos en Estados Unidos, mi jefe llego y me pregunto si tenía visa, mi repuesta fue más que obvia, por supuesto que No, en ese tiempo el costo y el trámite para sacar la visa era alto y complicado, por lo que mi jefe me dijo, mañana mismo la debes de comenzarla a tramitar, yo me puse a pensar de donde sacar el dinero, no podía ser que tenia tremenda oportunidad, pero no iba a poder hacerlo porque no tenía el dinero, comencé a realizar llamadas a mis conocidos para ver quien me podía prestar esa cantidad y todas fueron respuesta negativas, al final de la tarde, mi jefe me dijo aquí esta el cheque por lo que cuesta la visa y un poco mas para las fotos que necesitas, hice el trámite, al final de casi dos meses obtuve mi visa, llego el momento de ir, pero tenia que hacer una escala de casi 12 horas en un aeropuerto, si has viajado ese tipo de escalas es lo que te abruma de un viaje, efectivamente pase 12 horas en un aeropuerto, a las tercera hora, ya no sabia que hacer estaba completamente desesperado, pero todo esa desesperación era contenida por llegar a cumplir un sueño, fue toda una odisea para mi estar tanto tiempo en un solo lugar, al final llaman a la puerta de embarque para que abordáramos el avión rumbo a Nueva York, pero nadie sabia lo que estaba a punto de suceder, incluido yo por supuesto, había tormenta en la ciudad de Nueva York, después de 4 intentos de aterrizaje donde el avión parecía se iba a partir en dos, el piloto nos habla y nos dice que está quedándose sin combustible y que haría un último intento por descender, no puedo narrarte lo que sucedió porque me quedaría corto, pero fue la experiencia más terrorífica de mi vida, todo el avión tronaba, las luces se apagaron por completo, los gritos de las personas, incluidos los míos hacían que esta experiencia fuera lo más aterradora posible, por supuesto el piloto logro aterrizar y llegue a la ciudad de Nueva York, una hora mas tarde, estaba viendo los edificios, todo lo que por años había visto en las películas, ahora lo estaba disfrutando, pero para llegar a ese lugar en serio sufrí mucho, pero valió la pena, nuestra vida no es tan diferente a este viaje, llegan momentos o temporadas, en las que parece que no vamos a sobrevivir, llegan noticias que son devastadoras, amigos se van y otros los pocos se quedan, hay muchas despedidas en el proceso de los años y todo eso sumado, nos termina agotando y diciendo muchas veces que no vale la pena, porque el camino esta resultando bastante doloroso, incomodo y a veces hasta solitario, pero te aseguro que al final te darás cuenta que todo valió la pena, yo bien pude haberme negado a ir a ese viaje y me hubiera ahorrado la terrible experiencia en ese aeropuerto y en ese avión, pero jamás hubiera cumplido ese sueño, sabes cuantas personas se han quedado a las puertas de ver realizado el propósito de Dios en su vida, todo porque el camino les pareció demasiado fuerte y decidieron abandonar, anímate el camino solo es el proceso que Dios utiliza para llevarte a tu propósito.
Reflexiona, en que momento de tu vida te encuentras, posiblemente nada está saliendo como se supone tiene que salir, hay muchos problemas en tu vida, tranquilo ese es solo el camino, el propósito hace que todo esto valga la pena, ora y dile a Dios que aun cuando te esta costando, el tiene el control y que te de la serenidad para ir superando cada obstáculo en tu vida.
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