Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Efesios 6:12 RVR60
Recién este domingo le decía a la iglesia, que para aprender primero debemos de desaprender, ya que hay conceptos que erróneamente hemos tomado como una realidad, además les hacia una pregunta que a mi a nivel personal me sacudió ¿Si los cristianos del libro de Hechos revivieran hoy podrían identificar a los cristianos de hoy en día? (aclaro que es suposición, sabemos que no pasará, hasta que venga el Señor), uno de los conceptos erróneos que hemos estado adoptando en las iglesias es la imagen de un Dios que no es guerrero y por eso pensamos, que el ser cristianos nos garantiza una vida de paz y tranquilidad, una vida sin problemas, por lo mismo es que no estamos preparados cuando viene alguna dificultad, algún contratiempo y lo primero que nos preguntamos es será que hice algo mal, será que cometí algún pecado, vivimos aterrados porque las cosas no salen bien, que error mas grande, imagina al pueblo de Israel frente a Goliat, temblando solo por la fanfarronería y el tamaño de ese tipo, nadie se atrevía a luchar con El, ni siquiera el rey, tuvo que llegar un muchacho que sabia que tenia un Dios Guerrero, si un Dios que sale a batalla y por lo consiguiente sus seguidores también no huyen a la pelea, esa era la actitud que debía de haber en todo el pueblo, pero ni siquiera el rey la podía tener, sabes hoy en día todo lo queremos por la paz, se nos ha predicado erróneamente que para tomar una decisión hay que tener paz en el corazón porque es Dios, no mis queridos amigos, hay decisiones que se toman en medio del campo de batalla, hay decisiones que se toman cuando el gigante está retándonos a pelear, no debemos de acobardarnos, hoy en día los cristianos se deprimen, lloran, solicitan terapias con sus pastores y ellos caen en un papel de psicólogos, no podemos seguir de esa manera, debemos de basarnos en la palabra de Dios y en ella encontramos que tendremos luchas y si tenemos luchas entonces se supone que debemos de luchar, no abandonar, no darnos la vuelta, debemos de hacer frente, claro no es contra sangre ni carne, es contra el enemigo que siempre estará confrontándonos, porque en su astucia se ha dado cuenta que hoy el evangelio es para personas que no pelean, personas que necesitan que los lleven de la mano, personas que están dispuestas a seguir a Jesús si todo es paz y prosperidad, por eso imagina si tuvieras al apóstol Pedro o Pablo al lado tuyo, cuando comienzas a quejarte porque las cosas no salen según tu plan, imagina que te dirían, ellos que sufrieron a causa del evangelio, Pedro crucificado por su Fe, Pablo encarcelado y azotado por su Fe y tu llorando por tus problemas o situaciones, en lugar de ponerte sobre tus rodillas y pelear tus batallas, no tengas miedo al gigante que azota a tu familia, porque Dios es aun mas grande, mas fuerte y comanda batallones de guerreros en donde te encuentras tú, ya basta de ser cristianos que tiemblan, que solo buscan la paz, debemos de arrebatar lo nuestro, Dios peleara por nosotros, pero somos nosotros los que nos debemos de reportar al campo de batalla, así que si hoy tienes alguna batalla en tu trabajo, familia, hogar, o aun en la iglesia, ve a tus rodillas, no temas, enfrenta las cosas a través de la oración, no te prometo que no vas a tener que pelear, pero cuando te levantes de tu oración, tendrás la fuerza para enfrentar lo que sea, porque un DIOS GUERRERO está dándote el entrenamiento de tu vida, hay victorias que están esperando al verdadero guerrero que eres.
Reflexionemos, ¿de cuantas batallas has huido?, ¿cuántas veces has ido a pedir consejo a los hombres antes que a Dios?, ¿tu fe es solida o endeble?, ¿cuántas cosas no has conseguido por estar escuchando la voz de Goliat en lugar de salir a pelear?, cuando tengas las respuestas ora y recupera tu valentía y sal a luchar, porque tenemos a un Dios de Guerra que esta a la espera de sus Guerreros.
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