Cierto día José tuvo un sueño y, cuando se lo contó a sus hermanos, estos le tuvieron más odio todavía
Génesis 37:5 NVI
Mi jefe siempre me ha dicho “a la personas se le conoce, cuando está bajo presión”, recién estaba hablando con el equipo de trabajo de la empresa, de una persona que cambio totalmente su forma de ser, porque tiene la presión de implementar algo en su empresa, de una persona amable, sonriente, bromista, se convirtió en alguien enojado, desesperado e incomprendido, todo porque hay algún tipo de presión sobre él, desafortunadamente para todos nosotros habrán muchos momentos así en nuestra vida, los estudios, el trabajo, la familia, hasta en la iglesia, lo importante es saberlo manejar y la mejor manera es, no despegar la vista del lugar hacia donde queremos llegar o estar, en esos momentos fuertes de presión, debemos de continuar avanzando, no retrocediendo, cambiando radicalmente nuestros actos o personalidad, el problema es que es más notorio en los cristianos, un día somos la sensación en la iglesia, en la familia queremos evangelizar a todo mundo, pero llega un momento en el que pareciera que ya ni asistimos a la misma, pareciera que abandonamos nuestra Fe, si nos hablan o recuerdan la iglesia comenzamos a molestarnos, lo que publicamos en nuestras redes sociales es totalmente inadecuado, ya ni nos tomamos el tiempo para estudiar la palabra de Dios, todo porque hay una presión sobre nosotros, que pensamos, Dios tiene la OBLIGACIÓN de quitárnosla, equivocación mas grande no puede existir entre los cristianos, muchas veces es Dios quien nos envía ese tipo de presión, solo para probar lo que hay en nuestro corazón, solo para fortalecer nuestro camino hacia el propósito que nos trazamos, mira la historia de José, ¿Quién crees que le dio los sueños? Claro que fue Dios quien a través de los sueños, le estaba mostrando el futuro, hacia donde iba a llegar, claro que para lograrlo tenia que tener la virtud de avanzar, sin importar que tan presionado se iba a sentir en su vida, fue el objetivo de la crítica y envidia, fue metido en una cisterna, fue vendido por sus hermanos, fue encarcelado, fue olvidado en la cárcel, pero llego el día que el sueño se cumplió, porque a pesar de todo, el siempre tenia la virtud de avanzar, no importaba la situación o presión que estaba pasando en su vida, el siempre daba lo mejor, como esclavo dio lo mejor y fue puesto como encargado de la casa de Potifar (Génesis 39:4) , como preso fue integró y lo pusieron a cargo de todos los prisioneros (Génesis 39:20-23), debemos de aprender tanto de la virtud de avanzar de José, que a pesar de las injusticias, el siempre dio lo mejor, la excelencia, no importando que este sucediendo en nuestras vidas, debemos de dar siempre lo mejor, ser excelentes en todo tiempo, no ponernos con berrinches inútiles, actitudes despreciables y temperamentos volátiles, porque de lo contrario nos encontraremos completamente detenidos, ya no avanzaremos sino que nos hundiremos y los únicos culpables seremos nosotros, imagina por un instante que José se hubiera llenado de amargura, como esclavo no hubiera trabajado como lo hizo, porque todo el tiempo se hubiera quejado, en la cárcel el bien podría aprender todas las habilidades de los delincuentes y al salir de allí dedicarse a la maldad, pero no lo hizo, todo lo contrario le interpreto el sueño al copero y al panadero, porque tenía el propósito de avanzar, el sabía que el sueño que había tenido, lo iba a cumplir, solo debía de esforzarse por no amargarse, por hacer todo con excelencia y llegaría el día, en que Dios le diera la oportunidad de alcanzar el sueño, sabes el proceso no nos gusta, la presión muchísimo menos, pero debemos de tener la virtud de avanzar hacia la palabra que Dios nos dio, el sueño que nos envió, el propósito que Él trazo para nuestras vidas, no te detengas, no te frustres, no cambies tu alegría por amargura, mejor ten la virtud de avanzar.
Reflexionemos ¿Cuál es tu reacción bajo presión? ¿Has cambiado tu forma de ser porque las cosas no se te dieron? Nuestra oración hoy debe ser guiada a pedirle a Dios antes que nada perdón por cambiar nuestra actitud, pedirle que nos de la fuerza y virtud para avanzar de la manera adecuada a pesar de la dificultad.