'Pero vio que el viento era fuerte, tuvo miedo, se empezó a hundir y gritó: —¡Señor, sálvame! Jesús de inmediato lo tomó de la mano y le dijo: —Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? Jesús le dijo: —¡Ven! Pedro salió de la barca, caminó sobre el agua y fue hacia donde estaba Jesús. ' Mateo 14:29-31 PDT
No se si alguna vez te ha pasado, pero las personas esperan que tu resuelvas todos los problemas, los que puedas y también los que no, es algo que nunca he entendido, parece que uno debe tener la solución a todos los problemas, no te sucede que llega contigo un amigo que llega corriendo a contarte un problema que tiene y espera que tu le des el consejo que lo saque de eso, no te ha sucedido que te tienes que arreglar la vida con una cantidad X de dinero al mes pero que según tus cálculos no te va a alcanzar ni de milagro, algunas veces no te has sentido entre la espada y la pared cuando sabes que estudiaste lo suficiente pero en el examen parece que todo desapareció, o cuando te dan una noticia que te supera, no sabes como controlar tus nervios, tu ansiedad y por supuesto tu preocupación, es que hoy en día estamos tan acostumbrados a que tenemos que resolver todo, que la gran mayoría de nosotros hemos decidido que esta mal pedir ayuda, sabes una de las historias menos comprendidas de la biblia es la de Pedro hundiéndose en las aguas, muchos vemos la llamada de atención de Jesús como un regaño, pero enfócate en Pedro, el sabia que había caído en un problema que se estaba hundiendo, ¿crees que él no sabía nadar?, siendo el un pescador de vida, estas equivocado Pedro sabía que podía nadar, el temor que tenia Pedro era al viento, al cambio, no a morir ahogado, el sabía que el único que podía calmar los vientos era Jesús, él podía nadar y volver tranquilo a la barca de la que recién había bajado, pero sabia que con el viento eso era casi imposible, sabes porque muchas veces nos ahogamos en los problemas, porque los queremos resolver todos a nuestra manera, pecamos de autosuficientes y a veces cerramos nuestros oídos, no hay nada de malo en aceptar que no podemos resolver todo, no hay nada mas cansado que llevar una carga ajena o un problema sin pronta solución, algunos problemas son nuestros y son los que debemos atender y otros son provocados por factores externos fuera de nuestro control, por lo cual debemos acudir a Dios para que nos ayude, mi trabajo tiende a ser el de resolver problemas, pero no te miento al decirte, que muchas veces me veo superado por las circunstancias, no se qué más hacer, es cuando reconozco que llego el momento de gritar “Señor Sálvame”, es que a pesar de que podría volver a la comodidad de la barca, es mejor acudir a aquel al que los vientos obedecen y regresar con el caminando juntos nuevamente a la barca, sabes si debemos resolver los problemas, pero si queremos resolverlos todos, debemos acudir con el único que puede y ese es Dios, confiemos en nuestra capacidad, pero nunca hagamos de lado la confianza que debemos de tener en Dios y saber que si necesitamos ayuda la obtendremos de Él.
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