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EL RUIDO

 


'Por eso les hablo a ellos en parábolas: »Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden. ' Mateo 13:13 NVI

Cuanto ruido estamos recibiendo en nuestra vida, no hay nada que afecte más la comunicación que el ruido, en todos estos días que me ha tocado trabajar desde casa, no hay nada mas molesto, que uno de los participantes en la videoconferencia, tenga problemas con su micrófono o tenga demasiadas voces en el fondo y eso no deja transmitir adecuadamente el mensaje, precisamente en la colonia en donde vivo, hay 3 casas que están construyendo, el ruido es espantoso, comienzan desde las 6 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde de lunes a sábado, todos queremos que terminen luego, para que se acabe el ruido que no deja descansar, que no deja escuchar el teléfono y que contaminan de manera auditiva todo el vecindario, por eso te digo no hay nada mas irritante y molesto en una comunicación que el ruido, el problema ocurre cuando nos acostumbramos al ruido, cuando pensamos que lo hemos superado, pero la verdad es que solo lo hicimos parte de la comunicación, aun cuando los demás no nos entiendan por el ruido que transmitimos o que nosotros no comprendamos a cabalidad lo que nos quieren decir a causa de incorporarle el ruido que esta en nuestra vida, sabes eso hace que hoy en día, no seamos personas claras, personas que no hablemos sinceramente, personas que tengamos temor a dar una opinión porque desafortunadamente en nuestro interior hay demasiado ruido, tales como “El que dirán”, “es malo preguntar”, “no puedo opinar”, “me voy a quedar solo si digo lo que pienso”, etc, sabes que otro ruido esta acabando con nosotros “los complejos”, hoy en día nos preocupamos mas de ese ruido, que del mensaje que nos dice que debemos dejarlos atrás, otro ruido que tenemos mucho los cristianos y hemos dejado que forme parte de nuestro día a día es el pecado, cada vez que Dios nos quiere transmitir algo, siempre tenemos ese ruido en nuestra consciencia tratando de evitar que nos comuniquemos con Dios y recordándonos todo el tiempo que somos pecadores, ese ruido es devastador, ese ruido hace que perdamos toda comunión con Él, es que cuando me ha tocado a mi vivirlo ese ruido parece que me bloquea, parece que me paraliza y no puedo ni siquiera juntar la fuerza como para orar, porque se que al momento de hacerlo el enemigo comienza a gritar una y otra vez metiendo todo ese ruido, no se si a ti te pasa, a mi si, pero he aprendido que debo de eliminarlo de mi vida, he comprendido que ese ruido no puede ser mi día a día, que si deseo tener una comunicación adecuada no solo con Dios sino con los demás debo renunciar a todo ese ruido, a no tener miedo a decir lo que pienso, a dejar el pecado atrás y por supuesto quitar la atadura de los complejos, para que pueda comunicarme claramente con mi prójimo, pero sobre todo con Dios y con aquellos a quienes amo, no gano nada con ocultarme detrás del silencio, no gano nada aislándome de los demás, solo para que ese ruido no interrumpa mi vida, mejor tomo el valor de quitarlo y volver a tener la comunicación que tenia con Dios, como cuando me acerque a Él por primera vez, por eso bien lo decía Jesús aunque oyen, no escuchan ni entienden, simplemente por ese ruido que hay alrededor, que esperas elimina todo ese ruido y eso hará que tu comunión con Dios y la comunicación con los demás sea mucho mejor.


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