Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres Colosenses 3:23
Hay momentos en mi infancia que no puedo olvidar y uno de ellos es cuando mi mamá me decía ayúdame a barrer la casa, siempre que terminaba me decía, lo que posiblemente a ti te han dicho “solo barriste por donde pasa la suegra”, eso quería decir que solo en los lugares visibles y definitivamente así era, yo nunca me agachaba o metía la escoba debajo de los muebles, entonces ella tomaba la escoba, como quien toma una pistola para un duelo, bueno talvez estoy exagerando, pero significaba que ella estaba dispuesta a enseñarme, que yo había cometido un error al no barrer debajo de los muebles, era impresionante toda la basura que sacaba y por supuesto cada vez que sacaba mas de alguna basura, iba acompañado del respectivo regaño, es interesante pero el tiempo y la experiencia dan la perfección, nosotros muchas veces no comprendemos como otras personas pueden hacer cosas que para nosotros podrían resultar imposibles, pero es cuestión de toda una vida, es cuestión de practica y eso me lleva a la excelencia que tienen los mayores a la hora de hacer algo, te podría contar el suplicio que era colgar algún cuadro en la casa y talvez por ello, es que le tengo fobia a colgar cuadros en mi casa ahora, mi mamá perfeccionaba a tal grado el nivel que ese cuadro tenia que tener, no era “allí se ve bien” o “no esta perfecto, pero no se ve mal”, era o es perfecto o mejor lo quitas, creo que si algo aprendí de ella, es esa dedicación que debemos ponerle a las cosas, si me conoces sabes que soy capaz hasta de no dormir o comer hasta que dejo las cosas como deben quedar, es que eso me inculcaron en casa, por eso es que la excelencia es parte fundamental, no es “allí quedo”, es se solucionó o no, así de simple, lastimosamente hoy en nuestra vida hemos aprendido a negociar la excelencia, hemos aprendido a limpiar, solo donde pasa la suegra como diría mi mamá, pero a muy pocos les gusta limpiar debajo de lo muebles, a muy pocos les gusta trabajar cuando nadie los ve, hoy todos queremos que nos vean, que nos aplaudan, pero muy pocos estamos dispuestos a pagar el precio, talvez por eso es que me gusta ver documentales de los inicios de las empresas mas exitosas, hoy todos copian la manera de presentar los productos que tenia Steve Jobs, pero nadie esta dispuesto a trabajar como el lo hizo cuando fundo Apple, hoy todos deseamos tener éxito, pero nadie anhela trabajar desde el anonimato para lograr ese tan anhelado éxito, es interesante pero ya nadie se preocupa por la excelencia, todos deseamos la apariencia, pero las cosas se construyen poco a poco y con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación, hoy todos vemos la gran nación que es Israel, pero muy pocos meditamos sobre el tiempo en que tuvieron que andar en el desierto, las batallas que tuvieron que tener al entrar a Jericó y reclamar la tierra prometida, todos hablamos de la grandeza de David, pero muy pocos del tiempo de pastor de ovejas, todos hablamos del legado de los apóstoles y anhelamos el título de apóstol, pero muy pocos estamos dispuestos a soportar lo que ellos soportaron, todos deseamos ser como Pablo, pero muy pocos tenemos la certeza y excelencia para seguir predicando desde la cárcel, es interesante pero en toda la historia solo aquellos que hicieron todo con excelencia, cuando nadie los tomaba en cuenta, cuando nadie los estaba saludando por su éxito, lograron dejar un legado en el tiempo, así que no desprecies el aprendizaje, el trabajo, el esfuerzo, la dedicación y el anonimato porque es allí donde se practica la excelencia.
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