Entonces Jesús los miró con enojo y a la vez con mucha tristeza porque eran muy tercos. Luego, Jesús le dijo al hombre: Extienda la mano. El hombre la extendió y la mano quedó sana. Marcos 3:5 PDT
Sabes una de las peores características que tenemos los seres humanos es la terquedad (Que se mantiene firme o inamovible en su actitud, aunque se le den razones en contra o se le intente convencer para hacer otra cosa), ojala la gran mayoría de personas fuéramos tercas para no darnos por vencidos, para salir adelante, pero no es así, somos tercos y muy tercos cuando nos empecinamos en tener la razón, en hacer lo que nosotros queremos, hoy tenemos una prueba en nuestra sociedad e inclusive en el mundo, las personas que insisten en reunirse a festejar algo cuando esta completamente prohibido, las personas que se niegan a usar la mascarilla cuando eso también esta prohibido, algunos dicen pero la policía no dice nada, entonces entramos en ese juego del gato y el ratón, siempre he dicho que ya estamos lo suficientemente grandes, como para tener el criterio de obedecer instrucciones, aun si nos agrada o no, otros oculta su terquedad disfrazada de libertad, claro este es solo un ejemplo, el cual pongo sin ánimo de criticar, sino de algo actual que estamos viviendo en todo el mundo, pero ejemplos tenemos innumerables, en nuestra propia vida, como el no corras te vas a caer y cabal nos caíamos, el estate quieto o vas a quebrar algo y resulta que lo terminamos quebrando, el dormite temprano sino mañana te va a costar levantarte y resulta que al otro día peleábamos por ir al colegio todo por culpa del desvelo de la noche anterior, no salgas mira tengo un mal presentimiento, pero como somos ya grandes y tercos salimos y precisamente ese día sucedió algún accidente, algo que bien se pudo evitar si dejáramos al lado la terquedad, este tema nos ha rodeado desde el inicio de los tiempo, es mas mucho de los conflictos bélicos que ha tenido la humanidad, han sido provocados por la terquedad de una o varias personas, lo que represento la muerte de millones de personas, solo para imponer un punto de vista, solo para que te dieran la razón, cuantos conflictos, dolor o situaciones comprometidas nos hubiésemos ahorrado si comprendiéramos y pudiéramos identificar cuando la terquedad esta siendo ejercida en nuestras vidas, eso es en el día a día, no digamos en nuestra vida espiritual, si con algo tangible somos tan tercos, como no vamos a serlo más con nuestra vida espiritual, he visto durante años de todo, recuerdo una señorita que cada vez que tenia un deseo de algo, aun cuando las cosas iban en contra de la palabra de Dios, decía es que tuve un sueño, el Señor me hablo y me dio permiso, es más me advirtió que me iban a criticar por eso, otro joven que decía es que Dios me hablo ayer en la noche en mi habitación y me dijo que fulanita iba a ser mi esposa y como te digo esos solos son ejemplos, pero si pudiera escribirte cada disparate que hemos tratado de justificar con la frase “Dios me dijo”, pero que siendo totalmente honestos la traducción genuina es “yo voy a hacer esto, porque soy feliz con mi terquedad”, realmente debemos recapacitar, hasta donde estamos dispuestos a llegar con nuestra terquedad, no te equivoques que tu quieras algo no importando que, casi siempre no te conviene, no te afanes en algo, porque al final terminas dejando todo lo mejor que Dios te tenia preparado, por culpa de tu terquedad, seamos personas honestas, genuinas y aceptemos que muchas veces hemos usado la terquedad solo para tener la razón, aun cuando sabíamos que estábamos equivocados.
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