Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31 NVI
No se si has escuchado la frase “tiene un segundo aire”, hace un tiempo hable con un maratonista, el me indicaba que por más que se preparaba todos los días, cuando el hacia una maratón siempre tenia un momento de duda, donde los músculos le comienzan a doler hasta el punto que es insoportable seguir, pero sabe que es necesario ese momento, para que su segundo aire venga a su cuerpo, me decía, cuando alguien me pregunta el mejor consejo que puedo darle de correr una maratón, es que no se detenga, porque si en medio del lumbral del dolor te detienes, ya no podrás hacer nada, posiblemente te lesiones, o bien te den calambres que te impidan continuar, ya que inmediatamente después de ese umbral del dolor, viene esa oxigenación del cuerpo, y es lo que conocemos como el segundo aire, es cuando el dolor desaparece y parece que nuestro cuerpo se renueva, porque se siente como nuevamente todo el oxigeno esta en ti, para los atletas de alto rendimiento, el segundo aire tiene que ver, más con romper la limitante de nuestro cerebro, ya que muchas veces nuestros pensamientos son: “hasta aquí puedo, mi cuerpo no soporta más”, pero al romper esa capa de pensamiento, tu cuerpo reacciona y se vuelve a estabilizar, es sorprendente la enseñanza que tiene este segundo aire, pero es mas sorprendente que los atletas de alto rendimiento coincidan que no es un estado de tu cuerpo, sino de tu mentalidad, creo que este versículo el cual encabeza este devocional habla sobre el segundo aire, porque inmediatamente rompe nuestra mentalidad, dice “pero los que confían en el Señor”, cuando tu confías en Dios, tu dejas de pensar en tus limitantes, en tu capacidad, es como si a una computadora o a tu teléfono le aumentarán la memoria RAM, seria muchísimo mas rápido, pues es como si a nosotros como seres humanos nos dieran una capacidad infinita, porque nosotros sabemos que Dios no tiene límite, que Él puede hacer todo, eso es confiar en el Señor, dejar de lado todas las limitantes que encontramos en nosotros y renovarnos por medio del poder de Dios, por eso el verso continua diciendo: “renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”, es la descripción del segundo aire, recuerdo que nosotros en Full-Contact peleábamos algo llamado continuos, eran tres rounds de 2 minutos cada uno, donde lo importante era no parar de golpear al oponente y obviamente el oponente no paraba de golpearte, esos 2 minutos eran una eternidad, sentías que estabas a punto de desmayarte, pero llegaba el momento en el que el segundo aire te daba nuevas fuerzas, parecía que acababas de iniciar, ese era el momento mas peligroso, porque si ese segundo aire le llegaba antes a tu oponente podía noquearte, el secreto para que ese segundo aire llegara más rápido, era no dejar de golpear, si por el cansancio solo echabas el cuerpo, definitivamente ese segundo aire no venía, sabes como cristianos, podemos aprender hoy que a pesar de todo no debemos dejar de golpear con nuestra fe la situación en la que nos encontramos, pero no hablo de decretar, de rompimiento, etc, sino de oración, sabes la fe no se demuestra con palabras sino con acciones y la mejor acción es la oración, he visto a mi mamá obtener grandes triunfos orando, puede que no le haya ido bien ese día, puede que se sienta adolorida, puede que se sienta enferma o hasta traicionada, pero nunca falta a la cita, siempre está orando y así pueden pasar años, pero de pronto esa renovación viene, porque no dejo de golpear la situación a pesar de, hoy debemos aprender a confiar en Dios y poner nuestras cargas, esas que nos agotan y minan nuestro ánimo, sobre de Él, pero por medio de la oración, eso nos renovara y entonces si podremos hacer nuestro “renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”.
Comentarios
Publicar un comentario