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ESCUCHAR PARA HABLAR

 

Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. Santiago 1:19-20 NVI


Recuerdo que estaba de viaje por motivos de trabajo, se había asignado de parte de la empresa a dos personas para la capacitación, por lo que esta vez iba acompañado, cuando llegamos la persona que me acompañaba, estaba desesperada por salir a conocer el país en el que nos encontrábamos y cada instante en el que podía se lo recordaba al gerente de la empresa que le estábamos dando el servicio, fue tal su desesperación que al quinto día le hizo saber al gerente su enojo, a partir de ese momento esta persona comenzó a estar distante recuerdo que el sexto día, ni siquiera quiso compartir mesa con nosotros, el gerente realmente se estaba divirtiendo con el enojo de la persona que me acompañaba, yo sabia que había ido a trabajar, pero parecía que mi compañero iba a vacacionar, la ultima noche el dueño de la empresa que estuvo al tanto de todo, le indico al gerente que me llevara a conocer y comprar recuerdos para mis hijos y mi esposa, el dueño de la empresa se llevo a mi compañero directamente al hotel, diciéndole que yo tenia cosas que hacer aun en la empresa, la sorpresa fue mayúscula, cuando se enteró que me habían llevado a comprar cosas y a conocer esa noche y a él no, tuve la oportunidad de hablar en otra ocasión con el gerente de aquella empresa y le pregunte porque habían hecho eso, él me respondió porque el dueño me dijo claramente, que el que se enoja pierde y como tu compañero no escucho nunca, solo hablaba de que debía ir a conocer, el dueño decidió darle una lección, si me preguntas claro que me sentí mal por mi compañero, pero no podía hacer nada, el solito se gano ese trato, porque esta más interesado en hacer escuchar sus peticiones, que en escuchar las necesidades de la empresa que nos había contratado, reflexionando sobre esto, creo que es fácil interpretar los beneficios de escuchar antes de hablar, sabes a cuantos conflictos nos metemos por no tomarnos el tiempo de escuchar, por no tener la paciencia para escuchar el punto de vista de los demás, por tratar de imponer nuestro punto de vista, sabes cuan diferentes serian nuestras relaciones al día de hoy, si nos tomáramos el tiempo para escuchar, mas que para hablar, la sociedad está cansada de tanta habladuría, está pidiendo a gritos ser escuchados, ser tomados en cuenta, que su punto de vista sea al menos debatido, no solo ignorado, por eso tenemos que ser más prestos para oír y mucho menos para hablar, no digamos para controlar el enojo, eso creo que a todos y cada uno de nosotros nos cuesta, siendo yo el primero, pero debemos de esforzarnos y creo que un buen principio es practicando la paciencia, debemos de ser pacientes con los demás, no solo para oírlos, sino también para aceptar las distintas opiniones y puntos de vista, aun cuando seamos amigos o personas que vamos a la misma iglesia, debemos respetar que no todos pensaran igual que uno, sino todo lo contrario, la diferencia de puntos de vista enriquecen las ideas y favorecen el vinculo de pertenencia en un grupo determinado de personas, así que debemos poner en practica el estar dispuestos a escuchar y ser lentos para hablar y enojarnos, eso nos hará mejores personas y por supuesto mejores seguidores de Jesús.


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