'Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. ' Hebreos 13:8 PDT
Es interesante como nos emocionamos, cuando vemos una oferta de algo que nos gustaría tener, un par de audífonos, un móvil, una laptop, un reloj, algún electrodoméstico, etc. inmediatamente los mas conscientes, hacemos un chequeo mental de nuestro dinero para ver si es posible comprarlo, ahora los mas inconscientes, pasamos la tarjeta de crédito y si es muy elevado el precio le aplicamos las visa cuotas, pero esa sensación de poder comprar lo que nos gusta y más en oferta, es incomparable, no digamos cuando ya lo tenemos en la mano, cuando lo podemos abrir y por supuesto usar, esa sensación puede ser hasta adictiva, aun seguimos teniendo esa capacidad de emocionarnos por algo que aceptémoslo con el tiempo vamos quitándolo de la prioridad, ya que el par de audífonos que te compraste con los meses te parece desactualizado, el electrodoméstico que encontraste en oferta, no hace lo que hace otro más modernos, la laptop te parece que necesita mas memoria o seria ideal que tuviera una batería que durara más, así somos los seres humanos y lo saben perfectamente los encargados de las campañas de marketing de las empresas, saben que constantemente nuestra mente esta anhelando algo mejo y por supuesto juegan con ello, para que nosotros siempre queramos algo que tarde o temprano se arruinara o pasara de moda, en pocas palabras algo que al final es temporal, he visto a muchas personas desvivirse por tener algo tan temporal como un vehículo, como un perfume, como un vestido para una fiesta, etc. es impresionante todo lo que nos esforzamos por lo temporal, es mas nos arriesgamos a comprarlo sabiendo desde ya que en algún momento vamos a tener que cambiarlo, por eso es que los seres humanos somos tan contradictorios, hacemos todo tipo de esfuerzos por algo tan temporal, pero por aquello que tenemos para siempre, no hacemos ninguna clase de esfuerzo, hablando con alguien le decía estamos tan enfocados en el tiempo que viviremos en la tierra, que eso hace que olvidemos la eternidad, es ilógico ver como hoy estamos dispuestos a cambiar 40,50, 60, 70 u 80 años de placer, por una eternidad incierta, por no decir de sufrimiento, es que posiblemente la eternidad no es tan atrayente como lo temporal, no creas cambiar ese pensamiento es una de las cosas mas difíciles, por supuesto cuando uno ve a todos los amigos, vecinos, familiares obteniendo diferentes cosas, uno inconscientemente las quiere también y eso nos hace mantenernos en un circulo vicioso y siendo muy franco y honesto esta bien el quererse superar, el querer tener algo más, pero lo que esta mal es que esto sustituya la eternidad, no se si sigues creyendo que cuando muramos solo habrán dos caminos uno hacia el cielo y otro al infierno y recorrerás el camino que te hayas ganado con tus actos en esta vida temporal, por eso es que la eternidad es tan importante, por esos es que Jesucristo no cambia, el es permanente, el es el mismo siempre, porque esta a la espera que en nosotros pese más la eternidad que lo temporal, somos nosotros los que lo hemos cambiado por cosas temporales, talvez suene duro esto, pero criticamos a Judas por venderlo por 30 monedas de plata, por cuanto nosotros hemos vendido a Jesucristo en nuestra vida, ¿Por un teléfono? ¿Por un novio o novia? ¿Por una consola de videojuego? ¿por un par de zapatos?, ¿por dinero?, hay tantas cosas por las que cambiamos a Jesús hoy en día, que parece que es mas importante lo temporal que la eternidad, por eso debemos dedicar tiempo a nuestra comunión diaria con Él y hacer el tiempo necesario para seguir sembrando en la eternidad.
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