Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios. 3 Juan 1:11
En esta generación es común que las personas se quejen por todo, no es en balde que se les haya bautizado en las redes sociales como la generación de cristal, por todo se quejan, a todo mundo le atribuyen la culpa, pero nunca aceptan que también tienen culpa y es que lo moderno o lo actual es culpar a los demás de la situación que vivimos, pero nunca tomar parte de responsabilidad en nuestros actos, sabes es un error en el que hemos caído no solo la generación actual sino todos los que vivimos en esta época, cuando nosotros en lugar de estar imitando esta falta de responsabilidad, deberíamos de aprender a ser responsables de nuestros actos, es muy fácil quejarse de los demás, pero es muy difícil hoy en día asumir nuestra parte de culpa, yo he visto este comportamiento casi todos los días de mi vida, las personas le echan la culpa al trafico por llegar tarde al trabajo o a una reunión, cuando en realidad es culpa de ellos no salir mas temprano, las personas le echan la culpa a que el vehículos se les descompuso, cuando en realidad deberían de mantener su vehículo en optimas condiciones con un adecuado mantenimiento, las personas se quejan de las opiniones que los demás tienen de ellos, pero nunca se analizan si esas opiniones tienen algo o toda la razón, las personas se quejan de que cada día las cosas están mas caras, pero ninguno hace el esfuerzo por capacitarse para obtener un mejor empleo, las personas se quejan de la falta de trabajo, pero no se animan a ser emprendedores o empresarios, y así te puedo ir dando miles de ejemplos sobre evadir nuestra responsabilidad, todo porque tomamos el camino más fácil quejarnos de los demás, cuando si somos brutalmente honestos es culpa de nosotros y de nadie más, si todos fuéramos responsables nuestra vida seria mas sencilla, pero como imitamos lo malo y no lo bueno entonces es más fácil que nos volvamos irresponsables, que responsables, no te digo que la culpa es totalmente tuya, pero hay mucho que nosotros podemos hacer y hemos dejar de hacer por culpa de la comodidad de culpar a los demás y así no aceptar nuestra responsabilidad, los cristianos hoy en día también padecemos de ello y lo peor es que lo llevamos a la iglesia, no llegamos puntuales porque el servicio no comienza puntual, nos vestimos inadecuadamente, porque los hijos de los lideres no se visten bien, no llegamos antes porque los hermanos nunca vienen antes, salimos corriendo no importando como quedo el templo, porque los demás no se preocupan, es interesante pero hoy todos evadimos nuestra responsabilidad cuando nuestra máxima debería de ser, que hiciéramos lo que nos corresponde sin fijarnos si los demás lo están haciendo, eso es lo correcto, no importa si todos salen tarde de su casa, yo saldré más temprano, si mis compañeros de trabajo llegan tarde y nadie les dice nada, no importa yo llegare temprano porque esa es mi responsabilidad, si la persona con la que quede para la reunión es impuntual no importa yo llegare a la reunión puntualmente porque esa es mi responsabilidad, si los demás no llegan a servir y solo excusas son, no importa yo serviré fielmente porque esa es mi responsabilidad, si los demás se quejan de que no hay trabajo o que los explotan en su trabajo actual, yo hare mi trabajo porque esa es mi responsabilidad, tu responsabilidad no le quita obligación a las demás personas, pero si te exige dar siempre lo mejor de ti, si quieres cambiar a las demás personas, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo comienza con cambiar tu, ya basta de que te quejes de todo, es tiempo de ser responsables y hacer lo que a nosotros nos corresponde.
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