Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Salmo 27:4 NVI
No se si alguna vez has tenido la oportunidad de estar enamorado o amar a otra persona, una de las características de las personas enamoradas es el brillo de los ojos, cuando ven a la persona amada, es completamente diferente a cuando ven a las demás personas, las emociones que sienten al ver a la persona amada, esas emociones no las sienten con otras personas, a lo que quiero llegar es que hay una diferenciación muy marcada entre las personas y la persona amada, puedes tomar la fotografía de la persona a la que amas y observarla por tiempo indefinido porque los sentimientos que despierta en ti, hacen que el tiempo sea lo que menos importe, la satisfacción de saber que amas a esa persona y mejor aún esa persona te ama a ti, es simplemente increíble, creo que todos hemos pasado por ello, en mayor o menor medida, por eso creo que este devocional, solo es para los que aman a Dios, porque hoy en día hemos dejado de lado la contemplación, sabes David estaba clarísimo una cosa pedía y esa misma perseguía, habitar en la casa de Dios todos los días, para contemplar, increíble es una declaración de amor de David hacia Dios, el perseguir todos los días el estar en la casa de Dios para contemplarlo a Él, eso habla de la necesidad que había en su corazón, de la sed que había en su interior por ver a Dios, no se si hoy como cristianos que somos tenemos un nivel de necesidad así, no se si hemos olvidado contemplar la hermosura de Dios, no el verlo rápidamente como una oración rápida para solventar problemas, sino el pasar tiempo muchas veces en silencio contemplando la hermosura de Dios, el anhelar de corazón estar frente a frente con Dios, no para pedir sino solo para estar en su compañía, sabes porque sé que hemos perdido esto a todo nivel, porque hoy todos enseñamos como pedir, enseñamos como tener Fe, enseñamos sobre como ofrendar como diezmar, pero muy pocos si es el caso talvez algunos enseñan sobre contemplar la hermosura de Dios, disfrazamos nuestras necesidades como una vida de oración eso es mentira, si mis hijos se me acercaran solo cuando necesitan algo la verdad me replantearía si me aman o solo me necesitan, sabes Dios no quiere que lo necesitemos, lo que verdaderamente anhela Dios es que lo amemos y eso hará que lo necesitemos, hemos equivocado grandemente el camino, porque enseñamos a las personas que por medio de las ofrendas y diezmos reconocemos nuestro amor por Dios, cuando no es así, tu puedes darle tu dinero a cosas que no amas, a cosas que no necesitas, sino imagina cuantas personas hubieran libres de deudas, no señores el contemplar va más allá de todo lo superficial, es un momento de intimidad, donde el tiempo desaparece, las prisas se diluyen, los problemas no existen, es ese momento en el que tu estas con Dios solo para contemplarlo, ni siquiera te atreverías a emitir un solo sonido, sino quedarías complemente abrumado por tal belleza, a eso se refiere David, contemplar la hermosura de Dios, eso deberíamos de anhelar todos los cristianos y para serte totalmente honesto, hoy creo que me alcanzan los dedos de una mano para contar a los que buscan a Dios de esa manera, la gran mayoría de cristianos que conozco lo buscan por una necesidad, cambiemos esa tendencia, Dios es fuente de vida, de paz, de amor, es hermoso cuando nos atrevemos a ir más allá, cuando en realidad estamos dispuestos a contemplar.
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