No estés entre los que dan fianzas, entre los que salen de fiadores de préstamos. Proverbios 22:26 LBLA
Una de las situaciones económicas que nos esclavizan es el ser fiador, muchas veces lo hacemos porque somos amigos de la persona y nos sentimos en la obligación de ayudarlos a obtener alguna cosa, el problema es que la amistad nada tiene que ver con ello, si vuélvelo a leer, la amistad no tiene nada que ver con ello, es como el dar prestado tampoco se debe de hacer, porque de nuevo la amistad no tiene nada que ver con ello, si tanto es tu deseo de ayudar a la persona porque la estimas, porque es tu mejor amigo, porque sientes que nunca te va a quedar mal, lo mejor y mas sabio que puedes hacer es comprarle lo que iba a sacar con tu nombre de fiador y regalárselo, ahora te voy a explicar porque, si lleváramos una estadística te aseguro que son incontables las amistades que se han perdido por una situación de deuda, muchos malos entendidos por una situación así, te voy a contar una experiencia personal, recuerdo cuando una autoridad de una iglesia me llamo, yo ya conocía este versículo, pero con sus palabras logro envolverme, me presento un contrato para un año y me dijo “mi familia no me va a apoyar en algo así”, yo necesito alguien de mi entera confianza para que me sirva de fiador y la verdad es que ya se redacto el contrato pague X cantidad y lo puse a usted de fiador, así que no lo hago por mí, hágalo por la iglesia, caí redondito, fue el peor error que he cometido en la última década de mi vida, en serio no sabes cómo sufría yo, al ver que esta persona se atrasaba en los pagos, cada vez que veía que llamaban de un numero desconocido pensaba que era la persona del contrato para cobrarme lo que esta autoridad eclesiástica no pagaba, después como a los seis meses sucedió lo impensable se peleo conmigo, no me hablaba, me evitaba, me criticaba, todo lo hacia con tal de que no le preguntara por la deuda, no sabes el alivio que sentí cuando se venció el año, y tuvo que renovar el contrato, por supuesto días antes trato de volver a ser “mi amigo”, comenzó a hablarme sobre el compromiso con la iglesia y con Dios, pero esta vez ya no firme, por esto es que te digo no seas fiador de nadie, mejor aconseja a la persona que ahorre y que cuando tenga el dinero lo compre al contado, ahora tu me vas a decir la palabra fiador ya casi no se usa, ok te lo voy a poner en términos “más modernos”, sabes no prestes dinero de tu tarjeta de crédito, allí si ya no nos gustó, si, no des tu extra financiamiento a otras personas, no saques dinero de tu tarjeta y hagas con eso un préstamo a algún amigo tuyo, porque el que adquirió la deuda no fue tu amigo, sino que delante del banco la deuda la adquiriste tú, interesante esta también es una figura de fiador, no digo que todas las personas te quedaran mal, pero un gran porcentaje si lo hará, yo sé que es difícil de comprender, pero las personas que sacan cosas por abonos o bien piden prestado son personas que este mes no tienen el dinero para comprar lo que quieren y el próximo mes tampoco tendrán el dinero, van a ir utilizando de otro lado el dinero que necesitan para pagar, entonces cuando tengan una pequeña o mínima crisis van a tener que suspender el pago y eso va a repercutir en ti, lo mejor es ayudar a las personas de otra manera, a tus amigos como te decía si es mucha tu voluntad, regalarles una parte del dinero, comprarle lo que ellos quieren o bien decir que NO, lo cual en este tiempo es lo mejor que puedes hacer, como te digo el ser fiador no tiene nada que ver con tu amistad o en mi caso con el compromiso eclesiástico.
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