Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen mas débiles son indispensables 1 Corintios 12:22 NVI
En que momento dejamos que se colara en la iglesia organizada la categorización de las personas, hoy en los templos se mira de manera diferente al que diezma y al que no lo hace, se trata de manera diferente al que ofrenda y al que no, se le sirve lo mejor al predicador invitado, pero al que tiene años de llegar a la iglesia fielmente ya ni se le pone la misma atención, a penas algunos alcanzan a notar cuando llega y cuando no, en que momento comenzamos a tratar diferentes a las personas, es bastante interesante pero mientras Jesús estuvo aquí en la tierra, siempre les inculco a sus discípulos el servir a los demás, el más débil o el más insignificante posiblemente entre los 5,000 que escuchaban el sermón, fue aquel de quien Dios se proveyó para ser el detonante del milagro de la multiplicación de los panes y peces, si es que a Dios le encanta ir en contra de nuestras categorías, le encanta enseñarnos que muchas veces comprendemos al revés todo lo que esta escrito en su palabra, recuerdo que hace mucho tiempo fui invitado a un retiro espiritual, la condición era que todos teníamos que llevar nuestro almuerzo, claro yo iba como un XX nadie me conocía, cuando termino el servicio, el pastor que tenía a cargo aquel servicio dijo pueden salir a comer, yo ilusoriamente pensé que habrían mesas y cosas por el estilo, recuerdo que todos procedimos a sentarnos en el suelo, en el montículo de tierra que se viera más cómodo y comencé a ver la comida de las personas que iban a ese retiro, algunos solo llevaban lo justo y habían jóvenes que no tenían comida, pero aquellos que llevaban lo justo eran los más dadivosos, me asombró como el que tenia solo un pan compartía con aquel que no tenía, eso es iglesia, pero de un momento a otro comenzó a correr el pastor de aquella iglesia, saco mesas y sillas, pensé que había visto que muchas personas apenas llevaban comida e iba a hacer algo para solucionarlo, que equivocado estaba, había llegado un invitado de él, un pastor de renombre, a él le extendió la mesa, le sirvió un asado y salió al pueblo más cercano a conseguirle tortillas, en serio me llene de mucha contradicción, porque yo veía a ancianas que rondaban los 70 a 80 años, sentarse con gran esfuerzo en el suelo, hubiese sido sensacional que a ellas se les diera las sillas y las mesas para comer, de pronto escucho que alguien de la familia pastoral me llama y me dice venga aquí hay carne asada, pero se la come aquí, así no tiene que darle a los demás, sabes como me sentí, era todo lo contrario al pensamiento de Jesús, cuando sus discípulos llegan y le dicen despide a la gente y Él les dicen denle de comer ustedes, ese es Jesús, siempre he pensado que si hay un pedazo de carne y somos 20, vamos todos a comer un pedacito de la misma y si podemos aportar no comiendo los servidores mejor aún, quien me conoce sabe que siempre he dicho que el ultimo que se sirve es el pastor y los servidores, es preferible alimentar a los miembros, que ver engordar al pastor y su familia, porque aquellos que parecen pequeños a nuestros ojos, son armas tremendas en la mano de Dios, sabes aquel día dentro del templo donde estaba las mesas y las sillas, aquel tremendo churrasco que no te voy a mentir se veía delicioso, solo estaban los importantes comiendo, pero afuera donde están los ancianos, adultos y jóvenes que aunque humildemente compartían lo poco que tenían, era donde en verdad se estaba viviendo el evangelio, no dejes que en tu iglesia entre la clasificación de personas, no menosprecies al que parece pequeño, porque tú no sabes si a ese al que despreciaste, esta dispuesto a quitarse el pan de la boca con tal de apoyar a alguien en necesidad, algo que posiblemente tu no lo has hecho o lo olvidaste hace mucho tiempo, los débiles, pequeños, insignificantes, son indispensables para la obra de Dios jamás lo olvides.
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