De repente, vino del cielo un ruido como de un viento muy fuerte, que llenó toda la casa. Vieron algo parecido a llamas de fuego que se separaron y se colocaron sobre cada uno de los que estaban allí. Hechos 2:2-3 PDT
Uno de los pasajes mas impactantes de la biblia es el día del pentecostés, el día en el cual El Espíritu Santo vino a llenar a personas comunes y corrientes, no a personas que tenían alta categoría religiosa o algún puesto dentro de la misma, sino a personas que realmente eran como tu y como yo, personas que solo obedecieron lo que Jesús les había ordenado, esperen a que El Espíritu Santo venga y así lo estaban haciendo, todos juntos en un mismo lugar, con un mismo anhelo, esperando en el aposento alto, la promesa de Jesús, ellos no sabían cuando vendría, Jesús no les había dado esa información, no les había compartido la hora o el día, pero todos esperaban que se cumpliera, no sabían que iba a suceder, no tenían idea de como iba a ser, pero tenían una referencia hablada por el profeta Joel y por fin en el día del pentecostés justo 50 días después de celebrada la pascua, allí aquella promesa se convirtió en realidad, El Espíritu Santo vino y los transformo completamente, nunca mas volvieron a ser igual, pero mas de 2,000 años después, la iglesia sigue celebrando este día, pero pareciera que lo hemos dejado de anhelar, no el día sino al Espíritu Santo, uno de los grandes secretos que guarda ese momento de la historia es que todos estaban unidos, anhelando, esperando el cumplimiento de lo anunciado por Jesús, hoy mas que nunca la iglesia esta tan fragmentada, esta tan interesada en otros asuntos, que cada una va por el camino que mas se le ajuste a sus propósitos, realmente es triste que el día de ayer en la mayoría de las iglesias se haya celebrado el pentecostés, pero que en realidad hayan perdido la unidad, ni siquiera podemos mantener la unidad dentro de la iglesia, como esperamos estar de acuerdo con otras, es interesante pero hemos rebajado el poder del Espíritu Santo a una manifestación momentánea de su poder, es algo completamente diferente y déjame explicártelo, cuando Dios hace un milagro, no significa obligatoriamente que la persona que recibió el milagro conozca de Dios, por eso que vemos en las cruzadas de sanidad a muchas personas que van por el milagro, no por Dios, algunas reciben ese milagro y salen igual que como entraron, otras reciben el milagro y salen con el interés de conocer a Dios y comienzan a buscarlo, pues lo mismo pasa con la manifestación del poder del Espíritu Santo, no es que lo tengas y se que sacudo con esta afirmación a muchos que piensan que sí, sino solo es una muestra para que tu sientas la necesidad de saber mas de Él, y permitas que tu vida sea cambiada como lo fue la vida de los discípulos en el día del pentecostés, pero como sucede con el milagro, muchos nos quedamos solo con las manifestaciones y muy pocos con el deseo de buscarlo, por eso es que me parece un poco contradictorio que celebremos en las iglesias el día del pentecostés, aun cuando nos hemos empeñado en quitarle la autoridad al Espíritu Santo y dárselo a un predicador, a un líder o simplemente a la manifestación del Espíritu Santo, pero no a la persona que Él es, por favor no me malinterpretes no digo que no se celebre un día tan glorioso para el cristianismo, pero creo que debemos de volver al origen, debemos de volver a interesarnos por El, debemos permitir que cuando el venga transforme radicalmente nuestra vida, no momentáneamente, sino permanentemente, que inicie en nosotros una hambre por conocerlo a Él, por buscar de Él, por ser guiados a las aguas que renuevan, por hacer que nuestra vida, sea una habitación digna de tenerlo a Él, pero para que esto pase, somos nosotros los que nos debemos de preguntar, ¿donde quedo el pentecostés en nuestras vidas?, ¿anhelamos y deseamos tanto la promesa que Jesús le hizo a sus discípulos? o solo seguirá siendo un día conmemorativo para nuestras vidas, realmente espero que el pentecostés sea una realidad en ti y así podamos no solo celebrarlo sino vivirlo en nuestra vida.
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