Los que siguen la mentalidad humana, sólo piensan en satisfacerla, pero los que viven según el Espíritu sólo piensan en satisfacer al Espíritu. Romanos 8:5 PDT
Es interesante pero nuestra manera de pensar define que necesidades satisfacemos en nuestra vida, siendo francos y sinceros, debemos de examinar en que pensamos, cuales son las ideas que se vienen a nuestra mente, para saber hacia a donde nos dirigimos, el día de ayer escuche el testimonio de una muchacha que desde que tenia 3 años, pensaba que ella tenia que ser reina de belleza del estado de New Jersey y efectivamente trabajo todo el tiempo para serlo, fue quemando etapas en su vida, pero ese pensamiento siempre estaba allí presente, a sus 24 años logro cumplir ese objetivo, en el momento que su hermano mayor llego a felicitarla, la mamá le confirmo que su hermana tenia muchas horas de estar encerrada en su cuarto llorando desconsoladamente, al entrar el hermano a platicar con ella, la encontró devastada porque a pesar de haber logrado lo que siempre pensó que podía lograr, se sentía vacía, sentía que su vida se había quedo sin un propósito, interesante este relato, porque muchas veces tenemos la idea que nuestros pensamientos nos llevaran al éxito y posiblemente así sea, pero ese no es el fin, el problema es que siguiendo nuestra mentalidad humana, solo vamos a pensar en satisfacer esos pensamientos y cuando los hayamos cumplido, vamos a encontrarnos que pasamos toda una vida tratando de alcanzar las cosas, de satisfacer esa mentalidad humana y nos sentiremos vacíos, porque no importa que tan grande sea nuestro deseo o éxito al satisfacer esa mentalidad, no estamos diseñados para ese fin, nosotros deberíamos de ser personas que tengamos como prioridad satisfacer al Espíritu Santo, porque el nos mostrara el propósito que Dios tiene para nosotros, es muy común que un joven o adulto se emocione por alguna carrera, ya que según la estadística esta está siendo bien remunerada o es la que tiene mayor demanda laboral y por eso decidan dedicar su vida en graduarse de esa carrera y al final dedicarse a ella, pero en su vida tarde o temprano aparecerá el vacío, porque el propósito de Dios no era ese, talvez si tendrán el sueldo que soñaron, talvez tendrán el renombre que querían, hasta ganaran premios, concursos o talvez saldrán en la portada de una revista de la especialización, pero en el fondo se sentirán vacíos, porque ellos vivieron para satisfacer su mentalidad humana, mas no así al Espíritu Santo quien tenía el propósito real para el que fueron creados, aclaro no estoy diciendo que no debes de estudiar, soy el primero que lo recomiendo, no estoy diciendo que no debes trabajar, soy el primero en decírtelo, pero a lo que me refiero es que no escojas conforme a la mentalidad humana, porque esta nunca te va a llenar, mejor satisface al Espíritu Santo y el te llevara y se encargara de mostrarte el camino correcto, para que al final del camino tú te sientas pleno y que en tu corazón no haya ninguna duda o vacío, pensando si realmente era eso lo correcto, sabes cuantas personas conozco que al final están teniendo éxito según la sociedad, pero que por dentro están gritando desesperadamente que necesitan llenar ese vacío que les ha provocado el no satisfacer al Espíritu de Dios, son muchas personas y cada vez que tengo la oportunidad de hablar con ellos, me encuentro con el mismo concepto, perseguí lo que quería, tengo éxito, tengo dinero, pero me siento incompleto, no entiendo porque no soy feliz, como hijos de Dios debemos de comprender que estamos llamados a un propósito y hasta que no lo comprendamos, no importa que hagamos, que logremos o que obtengamos, tarde o temprano vamos a darnos cuenta que nos sentimos vacíos o incompletos, por eso lo que debemos de hacer, es tratar con todas nuestras fuerzas satisfacer al Espíritu y eso lo logramos teniendo comunión con Él, no lo olvides hay dos caminos satisfacer nuestra mentalidad humana o bien satisfacer al Espíritu, ¿Por cual te decidirás?
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