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REFLEXIONEMOS


Aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Efesios 5:16 NVI

Hasta hace unos días, bueno ya casi un mes, nuestra vida iba según nosotros muy bien, pero un tiempo después despertamos con la noticia, que nuestra vida tan bien diseñada iba a cambiar, ya no podíamos andar por donde queríamos, ya no podíamos ir y juntarnos con los amigos, visitar a nuestra familia, es mas ya no podíamos congregarnos en el local de la iglesia, muchas cosas cambiaron de un momento a otro, pero hoy reflexionaba y me ponía a pensar, hace cuanto tiempo habíamos convertido todo en una rutina, cuantas veces te reuniste con los amigos solo por no quedarles mal, cuantas veces fuiste a la iglesia solo porque tenias que servir o te obligaban tus padres, cuantas veces peleaste porque tenias planes y en ese preciso día también se le había ocurrido a tu tía o tío hacer la fiesta de cumpleaños de tu primo y como buen familiar tenias que ir para que no te criticaran, aunque pasaras toda la reunión en el teléfono, cuantas veces no prestaste atención a lo que te dijo un amigo, por estarle contestando a otros o dándole like a las fotos subidas en las redes sociales, cuantas veces te quejaste porque alguien te recibió con un abrazo y es mas cuantas veces te molestaste cuando alguien te estrecho la mano, hoy eso solo es recuerdo, cuanto no darías por ir con ese amigo o amiga que tanto extrañas, cuanto no darías para que toda la familia se reuniera a comer un buen churrasco, solo para ver que todos están bien y nadie esta enfermo, cuanto te gustaría estar en un viaje disfrutando de paisajes, aun si es un evento religioso, o cuanto extrañas cantar aquellos cantos que te parecían aburridos o escuchar e interactuar con los hermanos en la iglesia, si es que no se extraña, ni se aprecian las cosas cuando se tienen, solo es cuando nos faltan, por eso es que hoy a muchos nos cuesta la cuarentena, cuanto daríamos por estar en medio del trafico de nuevo, con el radio a todo volumen, enojándonos con el que se nos metió en la cola, corriendo y viendo el reloj porque llegamos tarde a una cita, te aseguro que todos lo extrañamos en mayor o menor medida, todos deseamos volver a recuperar nuestra vida, porque todo lo que construimos ahora no lo podemos disfrutar, es por eso que debemos de apreciar el tiempo, cuando volvamos a la normalidad, por favor haz un almuerzo con toda la familia, no importa si quedan apretados en la mesa, deja el teléfono a un lado y disfruta de los tuyos, saluda efusivamente a tus amigos, abrázalos, sonríe y si puedes platica por horas con ellos, organiza un juego de fútbol, no para competir, sino para disfrutar de la compañía y si, cuando vuelvas a la iglesia no te fijes en el hermano que te cae mal, disfruta de ese momento de comunión, grita o canta a todo pulmón esos cantos de alabanza y adoración, disfruta cada momento de la predica, no te apresures a salir de primero, mejor convive, habla con quien nunca te has atrevido, cuando vayas a un restaurante no te quejes de que hay mucha gente odel mal servicio, agradece que puedes tener una nueva oportunidad de volver a ser sociable, sal a pasear, sal a caminar, acompaña a tus padres al mercado, disfruta cada momento, porque habrán muchos, que no lo podrán hacer después de esto, pero si tú tienes la bendición de vivir de nuevo cuando ya se haya vencido a esta enfermedad, disfruta cada momento y atrévete a soltar más el móvil y abrazar mas al amigo, a charlas interminables, a risas o mejor carcajadas que recuerden la alegría de compartir con los amigos, pero no olvides en cada día que salgas de tu casa, levantar la vista al cielo y agradeceré a Dios por esta nueva oportunidad que nos esta dando, vivamos mas agradecidos, este tiempo debe hacernos reflexionar, todo lo que hacíamos mal por culpa de estar aislados en el móvil, no volvamos a repetir los mismos errores.