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MAS ALTO


Dios mío, tú me das nuevas fuerzas; me das la rapidez de un venado, y me pones en lugares altos Habacuc 3:19 TLA 

Siempre habíamos subido el volcán de agua en verano, porque a esa altura el frío es intenso, los más experimentados nos habían dicho que el subir en invierno (los meses de noviembre, diciembre y parte de enero) era muy duro, ya que el frío era extremo, pero que valía totalmente la pena, era otro tipo de experiencia, lo pensamos un par de años y por fin nos convencimos y tuvimos el valor de intentarlo, subimos la primera semana de diciembre, todo iba bien hasta la mitad del volcán, allí comenzó a ponerse intenso, el frío era apremiante, no importaba que tanto suéter o abrigo lleváramos el frío te congelaba, los arboles y arbustos con escarcha eran todo un espectáculo, pero nosotros estábamos sufriendo de lo lindo tratando de llegar a la cumbre, también agregándole un desafío adicional, comenzamos a subir a las 4 de la tarde y no a las 8 de la mañana como lo hacíamos siempre, por supuesto se nos hizo de noche y el frío fue aun mas intenso, recuerdo que hubieron varios que se tiraban a mitad de camino porque entre más subíamos mas frío hacía, llego el momento en el que faltando aproximadamente 500 metros, las nubes comenzaron a pasar entre nosotros, era algo que nunca había presenciado, estaba emocionado con ese momento, pero cuando la nube pasaba el frío era aun mas extremo, recuerdo que cuando nos paso la primera nube decidimos que no íbamos a subir hasta la cumbre, gracias a Dios, teníamos amigos muy necios y que nos convencieron de subir, ellos decían no importa el cansancio, el frío, seguro en el cráter será todo un espectáculo, nos tuvieron que forzar prácticamente para llegar al cráter, la sorpresa fue que dentro del cráter no hacia tanto frío y en 12 veces que había subido el volcán de agua, jamás habíamos tenido una vista tan espectacular del cielo, jamás había visto tantas estrellas y esa noche vimos unas 3 estrellas fugaces, recuerdo que todos estábamos temblando, pero decíamos valió la pena tanto esfuerzo, porque te cuento esto, porque si tu has subido volcanes sabes todo lo que implica, sabes que hay un momento en el que debes convencerte de seguir, sino lo haces seguro abandonaras, por supuesto el dolor en las piernas, rodillas, tobillos y el cansancio es apremiante y peor si tu padeces mal de altura como yo, es mas complicado aun, pero el premio de estar en el cráter no se compara con nada, te da otra visión y perspectiva, sabes nuestras vida cristiana no es muy distinta, tenemos todos los argumentos para renunciar, llevamos con nosotros a lo largo de la vida mucho dolor, traiciones, criticas, chismes, contiendas, escasez, etc. tenemos todo el derecho de renunciar, pero hay un momento y no se si tu estas en ese en este preciso instante, en donde tu debes decidir seguir o no, tal como pasa en un volcán, a pesar de todo seguirás, yo no me he encontrado solamente una vez con esa decisión, han sido muchas veces, he querido simplemente tirar todo y abandonar, porque pareciera que no vale la pena seguir, pero gracias a la misericordia de Dios nunca he tirado la mochila, a pesar de tener ese dolor continuo, recuerdo las palabras de David en el salmo 55 “Echad sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;”, y eso hago, dejo allí todo dolor, traición, critica, chisme, contienda, escasez, etc. y eso permite que pueda seguir, es que la vida cristiana no es una vereda, se parece mas a escalar un volcán, pero si no renuncias, vas a tener experiencias increíbles que otros posiblemente jamás tendrán en su vida, no es fácil, lo sé, pero vale la pena continuar, vale la pena seguir, aun cuando no veas cercana la meta y parezca todo dificultad, habla con los que han subido un volcán o especialmente el de agua y pregúntales cuando se pone mas empinado el camino, cuando se pone más difícil y todos te dirán que es el ultimo tramo, cuando uno esta a punto de lograr llegar al cráter, así que buenas noticias, sí te está costando, sí parece que todo se puso difícil, es porque estas cerca, no abandones, no te des por vencido, recuerda, Dios te pone en lugares altos y eso implica un poco de esfuerzo extra.