Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. Mateo 7:7-8 NVI
Seguramente todos recordamos cuando nuestra mamá nos mandaba a buscar algo y nuestra respuesta rápida era “no está”, la siguiente no era una respuesta o pregunta, sino una amenaza directa a nuestras vidas ¿Qué te hago si yo lo encuentro?, esa amenaza en forma de pregunta, nos hizo tragar saliva a mas de alguno, claro que la mamá siempre encontraba lo que pedía y esta historia se repite hasta nuestros días, la diferencia era que nosotros buscábamos muy superficialmente si acaso lo hacíamos y nuestra mamá era capaz de mover toda la casa, con tal de encontrar lo que buscaba, porque te recuerdo esto, porque hoy en día los cristianos tenemos esa actitud de niños que buscan algo, solo lo hacemos superficialmente, solo medio oramos, medio nos movemos, no importa que tan apremiante es la situación, solo medio buscamos y aplicamos el atajo, comenzamos a pedirle a medio mundo que ore por nosotros, por nuestras necesidades, sabes el reino de los cielos demanda acciones, pero no superficiales sino acciones concretas, que no importa lo que tengas que mover, tú vas a encontrar lo que necesitas, debemos de tener la actitud que tenían nuestras madres al buscar, yo siempre he visto a mi mamá como una persona ya de edad, pero me sorprendía cuando buscaba algo, movía la cama, el ropero, la estufa, la refrigeradora, algo que yo no hacía, solo pasaba con la mirada hacia abajo para ver si mi vista encontraba ese objeto, pues nos encariñamos tanto a la forma de que otra persona busque por nosotros, de que otra persona haga el esfuerzo que no estamos dispuestos a hacer, que por esa razón no encontramos nada, es impresionante cuando un niño quiere algo, yo tengo a mi hija, esa niña cuando quiere algo no hay poder en este mundo para poderla calmar, peor aun si se le prometió para una fecha establecida, desde que se despierta y en cada oportunidad que tenga lo primero que hace, es recordarle a uno que ese es el día donde ella recibirá lo que pidió, yo me desespero, si como se los digo me desespero, porque es tan abrumante, que no tengo de otra que complacerla dándole lo que pidió, el otro es mas tranquilo, pero te lo resumo de esta manera, a nosotros con mi hermano nunca nos dejaron abrir nuestros regalos de navidad antes de las 12, mis hijos creo que lo mas tarde que han llegado es a medio día, porque es tanta la insistencia, que es imposible negarles a que habrán sus regalos, a que me refiero con esto, debemos ser cristianos insistentes en nuestras peticiones, siempre y cuando estén alineadas con el propósito de Dios para nuestras vidas, por favor no olvides esto, ya que sino solo vas a perder el tiempo, entonces debemos de tomar todas las acciones para pedir, buscar y llamar todo el tiempo a Dios, como lo encontramos en otro pasaje, en pocas palabras incomodar al juez (Lucas 18:1-8), hasta que no comprendamos que debemos hacer una búsqueda profunda, hasta que no actuemos y tomemos acciones, no vamos a obtener nada, es que en tu persistencia esta el peso de tu Fe, sí es muy fácil decir tengo Fe cuando todo te sale a la primera, pero que medida de Fe se necesita para seguir creyendo después de años, como puedes observar quien obtiene el favor de Dios es alguien de acción, no alguien que vive a través de la unción de alguien más, por favor ora más, busca más, créeme más, pero hazlo tú, no le pidas a nadie mas que lo haga por ti, deja de estar pidiéndole a todo el mundo que ore por ti, sino antes tu has orado por ti, seamos cristianos de acciones y no de emociones, la emoción nunca movió la mano de Dios, solo la convicción, basta con que leas un poco la vida de los hombres de Fe y te darás cuenta que eran personas de acción, por eso es que Dios les permitió alcanzar lo que alcanzaron.