El camino de Dios es perfecto, la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. ¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? Salmos 18:30-31 NVI
No sé si tú has tenido o tuviste la oportunidad de ir a un río, nosotros con los scouts íbamos a un río que tenia una fosa, donde nos fascinaba tirarnos clavados, de todas las alturas y de todas las formas, claro que no éramos profesionales, lo hacíamos por placer, mas que por competencia, lo que me parecía increíble era como la fosa se había formado por el tamaño de las rocas que habían en su alrededor, es mas la altura para tirarnos a la fosa la conseguíamos escalando una de esa rocas, pero al salir de esa fosa, el sol era apremiante, cuando estábamos cerca de esa fosa, el ambiente era ideal, ya que las grandes rocas nos daban la suficiente sombra, al igual que la corriente del río no nos pegaba con fuerza, porque las rocas impedían el paso de la corriente y eso permitía tener una fosa, donde muchísimos aprendimos a nadar, creo que fuimos por lo menos unos 6 años, no necesitábamos pagar para entrar a una piscina, sino allí lo disfrutábamos, por un tiempo no habíamos ido, fue un año después que emocionamos a todos los del grupo scout, contándoles las historias de nuestras aventuras en esa fosa, que decidimos volver a ir, preparamos todo, pero al llegar nos encontramos que la fosa ya no existía, aquellas grandes rocas ya no estaban, nos encontramos con los guardias de aquella finca y nos dijeron que el dueño de la finca las había mandado a quitar, no te puedo decir la frustración que sentí en ese momento al saber que esa fosa ya no iba a existir, el dueño de la finca, había decido usar las grandes piedras para crear fachaletas o algo así, total que las destruyo y ya no existían más, todavía estaba el río, pero no fue la misma diversión, no podíamos tirarnos clavados, nos quemamos a causa del sol, ya no teníamos la sombra de aquellas rocas, fue la ultima vez que fui, ya hace 22 años de esa aventura, me hubiese encantado llevar a mi familia, enseñarles a nadar a mis hijos en el mismo lugar donde aprendí, pero eso es imposible, ya que un día el dueño decidió quitar las rocas, sabes esta anécdota me recuerda a la vida del cristiano, realmente no comprendemos que somos un rio de emociones, que fluye con una fuerza muy violenta, acaso no conoces a personas que cambian su humor repentinamente, un día te saludan por las redes y otra te ignoran totalmente por días y luego se excusan de que no vieron tu mensaje, no vez personas en las iglesias que llegan sonriendo un día y el otro llegan serios, por eso me recordaba de esa anécdota, cuanto necesitamos una roca en nuestra vida, para crear lugares apacibles, lugares en donde esa corriente de emociones, encuentren descanso, necesitamos una roca para que nos proteja de las inclemencias de las temporadas de la vida, que no importa si estamos en un desierto nos va a proteger con su sombra, todos los cristianos tenemos la dicha de contar con esa roca, pero la gran mayoría, se comporta como el dueño de esa finca a la que iba, le encuentra otro uso, si desafortunadamente le encontramos otros usos a Dios, cuando su esencia es protegernos, es guardarnos de las temporadas de la vida, es ser el escudo que necesitamos, pero lo queremos convertir en muchas cosas que no son importantes, talvez el dueño de la finca consiguió lo que quería, pero le quito a muchos la oportunidad de conocer un lugar soñado, talvez tu consigas lo que quieres, prosperidad, un buen trabajo, un gran aumento, un título, la novia que piensas que él te otorgo, el novio que crees que él te dio, talvez encuentres la fama, a lo mejor un templo, pero sabes la roca no sirve para eso, solo estas viendo tu beneficio, en lugar de lo que conlleva tener a Dios como la roca, el verdadero propósito, es tener cristianos seguros, cristianos que no son movidos por las temporadas, que en la abundancia o escasez siempre estarán con la misma actitud porque se sentirán protegidos, cristianos que en sus iglesias crearan ambientes propicios para recibir a todo aquel que esta buscando descanso del pecado, de sus errores, de la vida, etc. Desafortunadamente hemos movido la roca de lugar, para obtener lo que pensamos es mejor, pero en realidad solo estamos eliminando lo bueno de tener a Dios como la roca para refugiarnos.