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CONFIAR


Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Jeremías 17:7 NVI 

Los seres humanos somos sociables por naturaleza, por lo tanto casi siempre depositamos confianza en mayor o menor medida en las personas que conocemos, no siempre con los resultados que esperamos, muchas veces esa misma confianza, nos hace sentir vulnerables ante los demás, porque no sabemos si realmente responderán adecuadamente a la confianza depositada en la persona o simplemente nos defraudara, claro todos nosotros hemos tenido buenas y malas experiencias con el tema de la confianza, pero muchas veces una mala experiencia nos hace ser desconfiados, pensando equivocadamente, que todas las personas nos van a defraudar, hace unos 12 años le tuve mucha confianza a una persona en la iglesia, abrí mi corazón, junte el valor y le mencione porque estaba tan desanimado, era un tema muy personal, en el momento yo sentí como me ayudo el hablar con alguien sobre ese tema, el problema es que días posteriores esta persona le contó a toda su familia con lujo de detalles, lo bueno que era una autoridad en la iglesia, sino le cuenta a toda la iglesia, lo bueno es que no me entere hasta años después lo que había sucedido, yo estaba hablando con un hijo de él, cuando de pronto me comienza a contar que su papá había hablado con toda su familia sobre el problema que yo tuve años atrás, ese día cambio todo, me sentí tan decepcionado, yo recuerdo la fecha, el día y la hora en que hable con esta persona y lo que me dolió más, es que no pudo ni siquiera una semana guardar lo que le había confiado, ese día entendí muchas cosas sobre la familia de él, de cómo me miraban, de cómo me contestaban, recuerdo que decidí no volver a confiar en esa persona, algo que me metió en muchos problemas con el y su familia, porque siempre me decía es que usted no confía en nadie, muchas veces lo quise encarar, pero sabia que solo me iba a traer problemas y decirle que yo sabia que todo se lo contaba a su familia y por eso no podía confiar en él, claro no ha sido la única vez que he tenido problemas o que he necesitado hablar con alguien, pero desde ese día aprendí a ver hacia arriba, antes que hacia el lado, siempre que me siento cargado con algún tema, lo primero que hago es hablarlo con Dios, no importando que tan grave sea el asunto, trato de ser totalmente honesto con Él, no es que pase horas y horas tratando de explicarle, todo lo contrario voy directo al grano en mi oración y si debo pedir perdón lo hago en ese instante, también así si debo hablar con alguien lo hago, de una mala experiencia aprendí a confiar en Dios, sabes talvez tu hoy te estas sintiendo cargado, cansado y sin saber que hacer, porque no sabes en quien confiar, no sabes en quien depositar tu confianza, todo porque al igual que me paso a mí, a ti te traicionaron, ya sea una autoridad en la iglesia, un amigo en el colegio, tu familia, o un compañero de trabajo y hasta talvez tu mejor amigo, sabes suele pasar, pero no puedes encerrarte, no puedes dejar de confiar, mejor confía en Dios, pero no pienses que Dios va a solucionar el problema por arte de magia, o a favor tuyo, Dios siempre te ayudara, pero según el plan que tenga para ti, te lo aclaro, porque hay gente que ha dejado de confiar en Dios por culpa de que no les cumplió un capricho, pero sabes Dios no obra de esa manera, Dios obra según su plan, lo que si te garantizo es que si confías en El, esa sensación de no saber que hacer, de carga o culpa, esa sensación de dolor, poco a poco ira desapareciendo, porque Dios es experto en restaurar lo que las personas han dañado o herido en nosotros, así que no esperes más, vuelve a confiar en ÉL.