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PALABRAS FÁCILES


Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador! Es que él y todos sus compañeros estaban asombrados ante la pesca que habían hecho, como también lo estaban Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. —No temas; desde ahora serás pescador de hombres —le dijo Jesús a Simón. Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús. Lucas 5:8-11 NVI 

Me encanta encontrar los mensajes con palabras fáciles en las redes sociales sobre Dios y lo que más me llama la atención es cuantos likes, cuantas veces lo comparten, en cuantas stories aparecen esas imágenes, frases como “lo vas a lograr” “Dios te va a bendecir” “Dios te dará todo lo que has pedido” “yo profetizo sobre tu vida que tendrás prosperidad” y así te puedo dar miles y miles de frases otra clásica “el que esta leyendo esto, Dios me dijo que lo lograras”, yo a esto le llamo populismo espiritual, si porque esto nos gusta muchísimo a los cristianos, nos encanta sentir que todo se va a solucionar por arte de magia, todo lo hará Dios sin que nosotros hagamos nada, es interesante como la cultura del menor esfuerzo, se ha metido en la iglesia, como los sermones llenos de estas palabras son aplaudidos, es como cuando tu tienes hambre y te invitan a una bolsa de snacks, solo estas engañando a tu estómago, porque no estas comiendo nada nutritivo, al ratito tendrás hambre, pues estas frases populistas, solo son el sustento de una noche, de un momento, pero al rato, todo tu animo vuelve a decaer, desde que abrimos la iglesia nos hemos negado a predicar un evangelio fácil, para nosotros es mejor un evangelio práctico, que talvez no va a ser del agrado de todos, pero que nos ayudara en nuestro día a día, en las situaciones reales de la vida, no digo que Dios no te puede enviar una palabra de prosperidad, pero si somos totalmente honestos, hemos abusado de ellos, las iglesias hoy en día se llenan de personas que quieren oír sobre prosperidad, empoderamiento, rompimiento, etc. Pero muy pocas quieren ser confrontadas y desafiadas, una palabra fácil es decir “Dios va a pagarte la deuda”, una práctica es “trabaja, se responsable con los gastos y paga tus deudas y así Dios bendecirá el producto de tus manos”, otra facilita es “serás promovido a un nuevo puesto de trabajo”, una practica es “llega puntual, trabaja con excelencia, no te quejes, esfuérzate en ser mejor trabajador y Dios vera en ti un siervo fiel”, puedes buscar en la biblia, cual de los enunciados es correcto, te darás cuenta que el problema está, en soltar palabras fáciles solo para que la gente permanezca en la iglesia, no caigamos en ello, atrévete a leer, atrévete a aprender de la palabra de Dios y te darás cuenta como Jesús confrontaba a las personas, como le decía a sus discípulos que seguirlo, implicaba tomar su cruz, te darás cuenta que antes de ser discípulos de Jesús tuvieron que dejar todo, pero nosotros hoy no estamos dispuestos a dejar todo, es mejor y mas bonito pensar que Dios nos va a bendecir no importando como vivimos, sabes Dios es justo y creo que esto todos lo sabemos, entonces dime que justicia hay en prosperar a una persona que llega tarde a trabajar, que es irresponsable, que no se prepara, que siempre se queja, a otra que llega puntual, es responsable, se prepara constantemente y siempre esta dispuesto en su trabajo, creo que Dios se fija en los detalles, algo que esas palabras fáciles no tienen, son completamente vacías, te dejo con un ejemplo, Pedro había trabajado toda la noche y no pesco nada, pero estaba lavando las redes, toda la noche se esforzó en trabajar, luego llego Jesús y provoco la pesca milagrosa, pregúntate ¿Jesús hubiera provocado la pesca milagrosa, si Pedro no hubiera trabajado toda la noche? Te das cuenta de que la palabra fácil o el populismo espiritual solo te sirven para un momento, pero no para modificar tu vida en pos del llamado que Dios te ha hecho, deja de lado tanta palabrería y comienza a comer el verdadero pan que es la palabra de Dios y no la de los hombres.