La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse.
Mateo 24:12 TLA
Sabes que nuestra indiferencia mata, si vuélvelo a leer, nuestra indiferencia esta matando a muchas personas, andamos por el mundo pensando que estamos en nuestro derecho de ser indiferentes, por eso es que tengo demasiadas cosas contra la religiosidad, porque pareciera que somos unos escogidos y que merecemos la salvación, cuando es todo lo contrario, nadie es suficientemente digno, como para merecer la salvación, somos salvos por el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del calvario, sin el sacrificio de Jesús todos, absolutamente todos seriamos condenados, hoy en día tenemos tal indiferencia a ese sacrificio, que en nuestras iglesias ya no se habla del tema, se habla de prosperidad, de empoderamiento, de desafíos, de equipos, pero ya muy poco del sacrificio de la cruz y eso es dentro de la iglesia y fuera de ella, estamos cada vez peor, ya nadie sabe que somos cristianos, ya nadie ve en nosotros un caminar distinto, ya nadie confía en nosotros, todo porque andamos indiferentes al mensaje de la cruz, ya nadie habla de arrepentimiento, pareciera que nos han cortado las manos porque ya no ayudamos al necesitado, pareciera que merecemos un premio porque cada día reclamamos más y mas de los nuestro y olvidamos que hay mas dicha en dar que en recibir, somos tan idealistas como individualistas, el evangelio trata de anunciar la buenas nuevas y hay muchos dentro de las iglesias que no saben a que se refiere ese término, por eso es que nuestra indiferencia mata, mata al perdido, al que necesita una palabra de ánimo, al que busca consejo, al que desea saber que a pesar de haberse confundido puede volver a los caminos de Dios, nuestros juicios y señalamientos solo son parte de la indiferencia que nos inunda, bien lo decía David Wilkerson ya nadie tiene carga por las almas, por eso cuando conozco a una persona que realmente busca el ayudar, anunciar y abrazar al necesitado, representando adecuadamente a Jesucristo me sorprende, recién venia con una persona en el carro y me decía tengo ganas de hablar con un muchacho que conocí, que vende helados, ya que lo miro cargar a su hijo en la espalda todos los días, cuando yo le pregunte de que quiere hablarme, me dijo, preguntarle como esta su vida, si su esposa trabaja o no tiene, que si necesita ayuda para el niño, como es su día a día y claro hablarle de Cristo e invitarlo a la iglesia, yo me quede asombrado pensando, necesitamos más personas así, porque pudo ver en una persona que no conoce, una situación difícil y esa pensando en preguntarle como se siente, si le han hablado de Cristo e invitarlo a la iglesia, hacerle saber que es importante y que todavía hay personas que se pueden preocupar por él y su hijo, cuanto tiempo ha pasado desde que te has sentido de esta manera, hace cuanto tiempo que no invitas a un amigo a la iglesia, hace cuanto no das testimonio de que el Espíritu Santo esta contigo, creo que nuestra indiferencia cada día crece más, vemos todos los días a personas en la calle que están gritando que necesitan a Cristo y lo que hacemos es simplemente ignorarlas y pasar de largo, porque al final pensamos que el evangelio se trata sobre nuestras necesidades y eso es por culpa de una predicación fácil, a la medida y llena de palabrería sobre que Dios te va a prosperar, a empoderar, etc. etc, cuando lo mas sencillo, es ir tras el perdido y anunciarles que alguien los ha amado y los amo tanto que murió en la cruz por ellos y por nosotros, no te equivoques porque esa indiferencia con la que hoy volteaste la mirada, ha matado a muchas personas que en ti estuvieron esperando el mensaje y la luz de Cristo.