Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas;
Isaías 43:16
Cuantas veces nos hemos sentido atrapados, sin ninguna sola salida, como es de duro afrontar situaciones que nos hacen pensar, como llegamos a este punto, la semana pasada me sucedió a mí, llego un momento en el que solamente no sabia que hacer, no entendía lo que había sucedido, pero estábamos en un punto donde no podíamos continuar, recuerdo que mi esposa y yo nos quedamos viendo y ella no podía creer que nos encontráramos en una situación sin salida, yo espere a que ella se fuera a dormir, apague el televisor y me hinque a orar y lo único que podía decir en el momento era “Señor ayúdame a encontrar la salida”, solo eso durante no se cuantos minutos, solo eso podía pronunciar, quería ser lo más honesto que podía y creo que era decirle a Él, que yo no podía hacer nada, fue un momento intenso, me gustaría decirte que fueron horas y horas de oración, pero no fue así, fueron minutos, pero creo que jamás había orado de esa manera, al siguiente día Dios hizo lo que prometió en Isaías 43:16-19, el abre camino donde no los hay, solo para hacer cosas nuevas, somos nosotros que en medio de la prueba no podemos darnos cuenta de todo lo que el tiene preparado para nosotros, en una mañana logramos hacer mas de lo que habíamos hecho en todo un año, fue impresionante como cada puerta se abrió de par en par, como en cada momento Dios estaba haciendo su obra y en tan poco tiempo, termine el día siguiente agotado, pero con la tranquilidad de lo que un día antes parecía tenerme atrapado, ahora era algo completamente nuevo, una nueva oportunidad, un nuevo desafío, que me hace solo estar mas agradecido con Dios por todo lo bueno que El hace en nuestras vidas, créeme comprendo perfectamente, que hay días en los que no hay salida, todo nos abruma y no tenemos respuestas, como te lo he escrito en algún otro devocional, Dios no nos promete una vida de paz y tranquilidad donde no existen problemas, pero si promete ser nuestra pronta ayuda, pero en nuestra preocupación tratamos de correr a todos lados, menos hacia Él, creo que eso fue lo que a mi me ayudo, que a lo largo de los años he comprendido y aprendido que antes de correr con alguien debo de hincarme y orar, para que Él me escuche, que siempre Él sea mi primera opción no la última, creo que eso agrada a Dios, por eso recuerda antes de ir con tus padres, con el banco, con tus amigos, con tu líder, con tu pastor, con el vecino, antes que todo eso, dobla tus rodillas ábrele tu corazón a Dios y pídele su ayuda, siempre digo esta frase “Dios nunca ha desamparado a quien en Él confía” así que si tu confías en Él, te aseguro abrirá camino donde no existe, donde tu lógica no permite que puedas visualizar la salida, ánimo si te sientes atrapado, hoy es el día de doblar rodillas y pedir ayuda al único que puedo hacer posible lo imposible.