Entonces le dijo Moisés: Si tu presencia no va con nosotros, no nos hagas partir de aquí.
Éxodo 33:15
Cuantos de nosotros no hemos participado en alguna mudanza, es interesante pero cuando llegamos a un nuevo lugar nos preocupamos por muchas cosas, accesos, donde vamos a comprar, el vecindario etc, esto por lo que nos preocupamos es interesante, ya que nada de eso cuenta, al momento de moverte espiritualmente, ni siquiera las objeciones que pueden tener las personas religiosas, cada vez que Dios quiere hacer algo nuevo siempre nos mueve, siempre nos pide que cambiemos, de una u otra manera logra convencernos, muchas veces lo logra a través de una palabra y la otra forma permitiendo que sucedan cosas que en el instante no comprendemos, pero que nos sacuden de una manera que la única alternativa que tenemos es de mudarnos espiritualmente a otro lugar, recuerdo cuando me toco, tomar la decisión de moverme de iglesia, fue bastante doloroso, lo sabia 5 años antes, durante cuatro años me negué a hacerlo, el resultado fue un dolor demasiado grande el último año, pensando en que podía cambiar la voluntad de Dios, recuerdo que en el momento menos pensado me decidí rendir y sentía que todo estaba saliendo de control, hasta que, me creas o no, fue una palabra que escuche sobre partir con su presencia, ese día recordé este verso el cual utilice como base de este devocional, todo el tiempo sabia que tenia que irme, pero era la primera vez que tenia la certeza en mi corazón de que partía con su presencia, supe exactamente la fecha en la que debía salir, faltan 8 largos meses, que no iban a ser de paz, todo lo contrario, pero cada vez que sentía desmayar, Dios me recordaba que si quería ir con su presencia lo tenía que hacer en la fecha indicada, no antes y mucho menos después, el proceso no fue fácil, sentía que no lo lograría, pero con el tiempo he comprendido que Dios necesitaba que pasara todo eso para que en mi no hubiera ninguna duda de volver, cuando llegamos a acomodarnos en algún lugar, las mudanzas son lo que menos nos gustan, no queremos salir de la comodidad, pero para crecer debemos hacerlo, porque si estamos con Dios nunca vamos a crecer lo suficiente, el siempre tiene un plan, un genial plan para nosotros, pero debemos de tener la certeza de que va con nosotros, Moisés lo sabia perfectamente, no le decía a donde los iba a llevar, si había agua, comida, no sabia mayor detalle que el que Dios le había dado, pero había algo que definitivamente no podía faltar y esa era su Presencia, solo recuerda que el lugar de donde Moisés no quería que lo sacará Dios era del desierto, Moisés prefería unos años más de desierto a cambio de no perder la presencia, las mudanzas son una aventura, es dejar atrás algo y abrirse a una nueva aventura, pero si eso implica que la presencia no estará, mejor quedémonos donde estamos, pero si la presencia ira con nosotros, entonces no esperemos más, comencemos el tramite de la mudanza, no se trata de estar en una iglesia, de ser el líder, de tener el ministerio, o del tiempo que tienes en un lugar, sino de si la presencia de Dios esta con nosotros, o si debemos de partir y la presencia seguirá con nosotros, las mudanzas son una aventura, pero son una bendición cuando llevas la presencia de Dios en tu vida.