Un día el espíritu maligno les replicó: «Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?»
Hechos 19:15 NVI
Recuerdo que hace más de un año contratamos a una persona para reparar algún mueble de madera de un lugar X, recuerdo que me habían hablado maravillas de la persona, pero cuando llego, lo primero que note es que no llevaba herramientas, yo estudie aproximadamente 3 años de carpintería y siempre que uno no llevaba herramientas, el profesor se burlaba, porque nos decía “con la mano vas a serruchar”, con gusto le hubiera hecho la misma pregunta a esta persona, se paró comenzó a pensar y lo primero que dijo fue ¿tienen un serrucho?, luego pidió un metro y en ultimas un lazo para calcular la medida, pidió martillo y se molestó cuando pidió unos clavos y le dijimos que no teníamos, así que metió tornillos como que fueran clavos, termino por supuesto todo lo dejo horriblemente mal, pero a la hora de cobrar, no fue indulgente, todo lo contrario cobro como si hubiéramos contratado a un ebanista, recuerdo que como yo no pagaba, hable con la persona que iba a realizar el pago y le dije no le debería de pagar eso, no trajo herramientas, eso que el hizo lo pudimos haber hecho nosotros, la persona se giró y me dijo firmemente, es que es mi amigo, no les puedo explicar que tan molesto estaba yo para ese instante, quien me conoce sabe que lo mediocre no va conmigo, a los días esta persona se dio cuenta que estaba molesto y me pregunto porque, a lo que yo conteste, que no se le debería de haber pagado eso al “carpintero” ya que no trajo la herramienta y que lo había dejado mal, la persona se ofendió y me dijo que ya era un tema superado, como era de esperar días después un niño se lastimo con las astillas que habían dejado en aquel trabajo, cuando los padres se molestaron, esta persona la que pago se acerco conmigo y me dijo que si hacia favor de lijar el trabajo que había hecho el carpintero y reforzarlo ya que se estaba rajando la madera que había colocado, yo me negué obviamente, porque no podía ser que un “carpintero” hubiera llegado sin herramientas y se hubiera aprovechado de la amistad de esta persona para cobrar lo que quiso, sabes esta historia es como la nuestra cuando presentamos un examen sin haber estudiado, como cuando recogemos el cheque del pago habiendo llegado tarde todos los días, cuando nos molestamos porque el carro nos deja tirados, aun sabiendo que tenía un problema y no lo arreglamos, cuando un amigo se molesta porque llegamos una hora tarde a la cita, somos personas sin preparación, nos conformamos con la mediocridad y abusamos de la confianza que se ha depositado en nosotros y como cristianos somos iguales, reclamamos nuestros derechos, cuando no hemos realizado ninguna de nuestras obligaciones, no oramos, no ayunamos, no vigilamos, no leemos la biblia, no predicamos, no evangelizamos, en pocas palabras solo ocupamos un lugar en la iglesia y aun así tenemos la cara para exigir, que Dios obre a nuestro favor, por eso cuando tenemos que hacerle frente al enemigo, si por si lo has olvidado o por si nunca te lo han predicado en la iglesia, vivimos en una guerra, una guerra por tu alma, por tu vida, es por lo mismo que no podemos hacerle frente al enemigo, porque estamos completamente desarmados, somos presas fáciles, somos como ese carpintero sin herramientas, por eso cuando vemos una sombra, temblamos, cuando algo se cae de pronto, salimos corriendo y Dios nos guarde si escuchamos algún ruido, no digamos cuando realmente tengas que orar por otras personas, cuando tengas que liberar a alguien, simplemente no podrás y allí no tendrás de donde agarrarte, no es meterte miedo sabes que la religiosidad no va con nosotros, pero si debes de saber, que como cristiano, no estas utilizando las herramientas que Dios puso a tu alcance, por eso es que tu fe es tan endeble, porque así como eres socialmente, desafortunadamente así eres espiritualmente, cambia, recapacita y prepárate porque no hay nada peor que un “cristiano sin herramientas”